¿La prioridad? La población

Por Juan Pablo Casari, presidente de la UCR Río Cuarto
(*) Especial para Póster Central

“Ante los hechos de público conocimiento, acaecidos en Río Cuarto durante los últimos días en torno al crecimiento exponencial en el índice de contagios de Covid-19, y teniendo en cuenta que, tal circunstancia amerita el mayor grado de responsabilidad en el accionar individual y social, (…) es que solicitamos a Uds. la inmediata postergación de la elección municipal prevista para el 27 de Septiembre próximo”.

La cita textual corresponde al párrafo inicial de la petición formal que presentamos el pasado Lunes ante la Junta Electoral Municipal; horas antes Gabriel Abrile, nuestro Candidato a Intendente, fue el primero en expresarse públicamente: “solicito la postergación de la elección” dijo, interpretando acertadamente la complejidad de la situación que con el correr de los días se agudizó en forma alarmante.

Vayamos a una comparación simplemente contundente. Marzo 2020, al momento de posponerse el comicio previsto para el 27 de dicho mes: 11 casos, sin que aún se hubiese dispuesto a nivel Nacional el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio. Domingo 30 de Agosto: 627 casos oficialmente declarados, 4 personas fallecidas y más de 5 meses de cuarentena en sus diversas fases y caracterizaciones. Cifras categóricas que hablan por sí solas.

Lamentablemente, a la contundencia estadística desde la dimensión sanitaria, debemos sumarle la fragilidad de la situación en clave social y económica, circunstancia que seguramente NO ubica a la política y a las elecciones entre las prioridades de los y las riocuartenses. En éste sentido, es fundamental y necesario interpretar correctamente dichas prioridades sociales y adoptar consecuentemente conductas empáticas con la población.

El futuro de la Ciudad se fortalece con autoridades masivamente legitimadas con alta participación ciudadana. A ésta altura y en función de las razones multicausales expuestas, resulta inverosímil suponer una concurrencia electoral suficiente que nos aproxime al mencionado, necesario y anhelado escenario.

Nos urge retomar la senda de la “ética de la responsabilidad”, uno de los tantos conceptos lúcidos aportados por el filósofo, sociólogo, jurista y politólogo alemán Max Weber, cuyavigencia teórico/práctica nos interpela mientras atravesamos uno de los contextos más complejos y delicados de nuestra historia.

El delicado panorama que nos aqueja, exige de todos nosotros la máxima responsabilidad social, política e institucional, priorizando categóricamente el bienestar general de la población, por encima de cualquier interés sectorial o personal.

Las circunstancias socio sanitarias imperantes, requieren claridad y celeridad en las decisiones; solo así podremos abocarnos conjuntamente, focalizando nuestros esfuerzos y energías, en la superación colectiva de semejante crisis, cuyas consecuencias finales aún resultan incalculables.

Es imperioso postergar de inmediato la Elección Municipal. Sólo con actitudes claras, responsables y concretas, podremos reconstruir los lazos entre la política y la sociedad, en tiempos donde esto, se torna aún más imprescindible.