“La vacunación no es un cuestión de fe, la ciencia ha brindado evidencias de que las vacunas ayudan a las personas y a las sociedades”

“La vacunación no es un cuestión de fe, la ciencia ha brindado evidencias de que las vacunas ayudan a las personas y a las sociedades” Lo dijo Alberto Rodolfo Kornblihtt, el biólogo molecular elegido como uno de los 16 miembros extranjeros incorporados a la Academia de Ciencias de Francia. Será el cuarto argentino en integrarse a la institución creada hace 355 años, tras las designaciones de Bernardo Houssay, Luis Federico Leloir y la ecóloga cordobesa Sandra Díaz.
Kornblihtt es investigador del Conicet y profesor emérito de la UBA. Además, fue director del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (Ifibyne)
“Es un gran honor, es una academia que tiene una larga historia. Fue fundada en el reinado de Luis XIV. Por ella, han pasado los científicos más conocidos que hemos estudiado en la secundaria, Pasteur, Einstein, Newton, por ejemplo. Hay un componente cultural e histórico que me honra muchísimo. Además, solo tiene 110 miembros extranjeros, muy pocos. Es un reconocimiento al trabajo científico que hacemos en la Argentina”, manifestó.


El investigador valorizó la universidad pública a la que calificó como “el semillero gratuito, democráticamente gobernada y abierta, de donde salen los mejores profesionales y científicos”
“La biología molecular ha influido en todas las ramas de la actividad humana: economía, medicina, agricultura, industria farmacéutica y cura de enfermedades. En el mundo, en los últimos 60 años hubo una revolución por el conocimiento de cómo funcionan el ADN, los genes, la ARN y las proteínas. Es una disciplina derivada de la bioquímica y la microbiología. En nuestro país hay grandes grupos de biología molecular que pusieron todo su conocimiento para dar respuesta a la demanda social en pandemia. Desde el diseño de barbijos y respiradores, hasta futuras vacunas”, fundamentó.
Para Kornblihtt, “esto habla muy bien del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner porque han recuperado la iniciativa en la promoción de la ciencia y tecnología como herramientas fundamentales de independencia económica”
“Es cierto que algunos jóvenes se quieren ir porque los sueldos no están a la altura de la capacitación y este es un problema que este gobierno ha intentado resolver, sin alcanzar lo satisfactorio, dentro de una situación grave por la deuda del FMI. Hay una ley incorporada al presupuesto para una actualización de haberes pero la no aprobación por parte de la oposición dejó un manto de niebla”, fundamentó.


Y añadió: “La derecha argentina siempre ha despreciado la generación de conocimientos porque no le conviene, le es crítica a su manera de actuar, que en general está teñida de banalidad y poca profundidad. Durante el gobierno de Macri, Marcos Peña había dicho que a la Argentina le había hecho mucho mal el pensamiento crítico y había que reemplazarlo por optimismo y entusiasmo. Son valores que muy pocos rigurosos que denostan el trabajo de científicos y científicas”
“Estamos con un gran programa de vacunación, con un alto porcentaje de personas vacunadas y esto permite que tengamos un número menor de casos graves. Todavía hay grupos que se resisten a vacunarse. No hay que vacunarse por fe, hay evidencias de que la vacuna ayuda al vacunado y a las sociedades”, señaló.

Ciencia y neoliberalismo


El investigador sostuvo que “los logros de la ciencia son muchas veces un factor cuestionador del neoliberalismo”
“Los científicos y científicas no somos neutros al emprender nuestras investigaciones y alertar sobre posibles usos negativos de los hallazgos. Los científicos tenemos una responsabilidad muy grande a la hora de generar una opinión pública informada sobre temas conflictivos como la minería a cielo abierto, organismos genéticamente modificados o las vacunas. No digo que todas las personas hagan lo que los científicos dicen, pero al menos deben conocer la voz de las evidencias para no basar su mirada en posverdades”, subrayó.


Kornblihtt consideró que “la pandemia ha sacado lo mejor y lo peor de las sociedades, no solo en la Argentina sino en todo el mundo”.
“La ciencia va a seguir siendo valorada si los gobiernos progresistas asumen un rol didáctico, es decir, si logran explicar los avances”, destacó.

La secundaria


El nuevo integrante de la Academia de Ciencias de Francia recordó que su papá era ingeniero civil y daba clases de matemáticas, su mamá era docente de geografía y sus hermanas hermanas eran maestra jardinera y computadora científica.
“En mi casa había un ambiente muy relacionado con el placer de enseñar. En las universidades hay un clima de aceleración de los conocimientos. Los chicos y chicas que no vienen preparados desde el secundario pueden avanzar por un camino virtuoso. El problema real es la escuela secundaria, que necesita una atención del gobierno. La secundaria ha perdido el rumbo y no aprovecha las grandes pasiones de las y los adolescentes. La escuela no está a la altura de eso. El periodo es clave en el cuál habría que pensar en invertir más y modificar las estructuras”, precisó.