“Agotemos todos los medios para seguir salvando vidas”

Por Carlos Oyola

Estimad@s: desde que se declaro la pandemia en 2020 y se constituyó el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) durante todo ese año, prácticamente de lunes a lunes, me aboque a la tarea desde mi humilde posición y saber a “dar una mano” como pudiera o desde donde fuera útil (tratando de interpretar el lenguaje médico) para contribuir con la contención y luego con la mitigación de los efectos de este virus devastador y apoyar todas aquellas acciones (prensa y difusión, interpretacion de protocolos según actividades, permisos de circulación, coordinación con los Directores del COE y sus integrantes, reuniones con instituciones y particulares escuchando y tratando de solucionar sus reclamos, controles de ruta, asesoramiento, visitas de autoridades de Gobierno, provision de equipamiento sanitario, integracion interfuerzas, etc.) que llevarán a superar esta crisis sanitaria que asolaba a nuestro mundo y, por supuesto a nuestra Patria. Así es que, a pesar de las medidas dispuestas por los Gobiernos Nacional, Provincial y Municipal que implicaban el “aislamiento social preventivo y obligatorio” o el “distanciamiento social preventivo y obligatorio”, el refuerzo y capacitación del sistema sanitario y la espera por la ansiada vacuna, el COVID me arrancó de mi vida ese año a un tío y a tres primos hermanos (una de ella que era la prolongación de mi madre) y a otros amigos o conocidos muy queridos, lo que me hacía confrontar permanentemente con aquellos agoreros de la muerte y promotores de campañas anticuarentena o antivacuna sin ningún fundamento científico! (Los que decían y dicen que “es solo una gripe fuerte” o peor aún, un “invento del gobierno para tenernos encerrados!!!”).
Asi, finalizó ese año inédito y dañino para la historia del mundo contemporáneo por todo el sufrimiento causado por este enemigo invisible en todos los confines del planeta. Y llegó el 2021, con las esperanzas puestas en que, ante los avances de la ciencia y la experiencia transitada, íbamos a ir superando de a poco esta coyuntura. La llegada de miles y luego millones de vacunas alentaban y alientan la expectativa de que la “inmunidad de rebaño” daría sus resultados y evitaría el colapso del sistema sanitario y daría un alivio a tant@s medic@s, enfermer@s, camiller@s, kinesiolog@s y personal de salud y de seguridad (Policía, Bomberos y otros) que están luchando sin descanso para superar esta pandemia. Y, tambien, el alejamiento de la incertidumbre de que uno mismo o alguno de la familia se viera afectado. Más, llegó la “segunda ola” y con una fiereza indescriptible, dejando a su paso a miles de compatriotas muertos o contagiados por coronavirus a pesar de las repetidas recomendaciones y cuidados solicitados.a rabiar. Y, hoy 27 de Junio, a pesar de todo esto, la “segunda ola” me pegó a mí y a mi familia con todo como cuando apenas conocía el mar!. Luego de dos semanas de la aparición de sintomas de mi hermano Guillermo (que transito con éxito su tratamiento e internación) y de su esposa, Graciela y su hija mayor, Vanina (que no tuvo complicaciones), la realidad nos vuelve a golpear y nos dice que mi cuñada con solo 50 años ha dejado este mundo para ir a la presencia de Dios, a pesar de todos los esfuerzos y cuidados que realizaron en “nuestro” Hospital Público, dejando un vacío imposible de llenar para su esposo, sus hijas, su nieta por nacer y toda su familia. Dejando miles de sueños por cumplir y de cosas por hacer. Y, allí es donde comienzan los cuestionamientos a Dios, a la Vida y el no entender de porque si hicimos lo que teníamos que hacer, nos pasa esta tragedia tan tremenda, como si la misma Vida se ensañara con uno o si el virus se burlara en la cara sabiéndose más poderoso! Ante esta dolorosa situación y ante lo ineludible de la muerte es que les pido que agotemos todos los medios para seguir salvando Vidas, para seguir protegiendo a los nuestros, para acabar con esta pandemia y sus terribles consecuencias. Hoy nos dejo Graciela y hoy otros tantos seres necesarios. Para que esto no siga ocurriendo le pido que nos sigamos cuidando para que “entre todos” seamos capaces de vencer este mal que aqueja al mundo.
Seguramente ella y los demás seres queridos nos estarán cuidando y guiando desde la gloria del algún lugar.
No puedo dejar de agradecer a todos aquellos que estuvieron y están compartiendo nuestro dolor como familiares, amigos y compañeros. Como tampoco puedo dejar de agradecer profundamente a quienes atendieron a mi familia y se preocuparon por ella con tremenda vocación de servicio y amor al prójimo:
• Dra. Valeria Alaniz
• Dr. Carlos Pepe
• Dr. Lucas Stefanini
• Lic. Irma Aguirre
• Dr. Gabriel Abrile
• Fernando Baudino
• Personal de los equipos de salud del Nuevo Hospital “San Antonio de Padua” (Guardia de Febriles, Carpa Blanca, Diagnostico por Imágenes, Laboratorio, Piso y Terapia COVID)
• Personal del equipo de salud de la Secretaria de Salud-Municipalidad de Río Cuarto.
• Personal del GERS
• Base de Operaciones de Testeos y Brigada de Atención Rápida.
• Destacamento Policial Nuevo Hospital

A tod@s ell@s mi más sincero agradecimiento y reconocimiento eterno en nombre de toda mi familia. Dios bendiga sus vidas!!!. Un fuerte abrazo de corazón para tod@s!!!.

Carlos Jorge OYOLA