Cierre del local Caprichos: “Fue un fin de año horrible, todas tenemos familia, es muy triste”

Tras el cierre del comercio Caprichos, ubicado en Rivadavia e Hipólito Irigoyen, las empleadas debieron comenzar a vender la ropa en el lugar para intentar cobrar las indemnizaciones.
“No nos enviaron ni un telegrama de despidos. Nos enteramos por terceros que iban a cerrar el local y decidimos actuar porque el dueño no nos quería pagar”, admitió Fabiana Bueno, uno de las seis empleados que quedará sin trabajo tras el cierre del comercio.
La mujer precisó que, “hace un año y medio que no entraba ropa, pedíamos hablar con el dueño y no quería, nos dábamos cuenta que algo estaba pasando”
“El dueño nos dijo que iba a pagar sus cuentas y si sobraba plata nos iba a pagar a nosotros. El negocio cerraba el 31 y el propietario del local nos dio una semana para vender todo lo que quedaba, desde la ropa hasta los percheros, ventiladores y muebles”, enfatizó.
Y agregó: “Somos empleados de mucha confianza. Abríamos y cerrábamos el negocio, siempre que nos necesitó estuvimos firmes. Fue un fin de año horrible, todas tenemos familia, es muy triste”.
Por su parte, el secretario general de AGEC, José Luis Oberto, manifestó que “el dueño no tiene bienes a su nombre y la única alternativa fue recaudar con esta venta para que las chicas puedan cobrar la indemnización”
“Necesitamos de la solidaridad de la gente para que las empleadas cobren lo máximo posible. Quizás podríamos llegar al 75 por ciento de la indemnización”, enfatizó.