El fiscal busca identificar el origen de las amenazas a un abogado y un cobrador de Estudiantes: aún no hay imputados
Desde el Colegio de Abogados repudiaron las amenazas contra un letrado y el cobrador de Estudiantes, quien le reclama una deuda al club. Las violentas “advertencias” surgieron a través de escritos y pintadas en el frente del estudio.
El fiscal de Instrucción, Javier Di Santo, busca determinar quienes fueron los autores de las violentas amenazas e investigan cámaras en el sector de las pintadas al estudio de abogados. Por ahora, no hay imputados.
“El Colegio de Abogados repudia y condena categóricamente el atentado sufrido el 22 de agosto por el profesional Miguel Angel Martínez Mangini, en su estudio jurídico de Colón 312”, precisó el documento firmado por el directorio de la institución.
Según publica la periodista Vanessa Lerner, en el sitio de Otro Punto, el demandante Carlos Palacios, fue cobrador de Estudiantes durante 36 años. Trabajaba en negro y cobraba sus comisiones de manera informal, “pese a que portaba una credencial donde queda se lo reconoce como cobrador del club y que estaba firmada y sellada por el entonces gerente del club, Carlos Pacheco”.
Cuando Palacios fue desplazado de las labores que realizaba y le entabló una demanda a la institución deportiva, comenzaron a amenazarlo. La periodista precisó que “hace más de un año que recibe llamados telefónicos con graves intimidaciones donde le advierten, por ejemplo: “Cortala con el juicio que te vamos a matar a palos”; “Vamos a ir a tu casa y la vamos a quemar con toda tu familia adentro”.
Los abogados Maximiliano Cortona y Miguel Martínez Mangini recibieron llamados telefónicos donde les dijeron directamente “te vamos a cagar a tiros a vos y tu familia, dejate de joder con la demanda”, entre otras amenazas contra su integridad física y la de sus familiares.
El 29 de Junio del 2020, en plena cuarentena por la pandemia, se presentó la demanda en el Juzgado de Conciliación N° 1. pero la misma no solicitaba, inicialmente, ningún embargo preventivo. Tras la presentación, comenzaron las acciones de amedrentamiento contra Palacios y el abogado.
