Polémica por El Reino: “Es habitual la estereotipación del pastor rico, corrupto, millonario”

“El liderazgo evangélico emerge en sectores populares de menores recursos, aunque es habitual la estereotipación del pastor rico, corrupto, millonario”, afirmó en diálogo con La Nueva Normalidad, Mariela Mosqueira, Socióloga, Investigadora del Conicet.
“Somos un equipo de investigación del Conicet que venimos trabajando en las iglesias evangélicas, en 2017 pudimos hacer la primera encuesta autoadministrada a 1235 pastores de nuestro país de las cuales volvieron 601 encuestas, una tasa alta de respuesta. Es el primer sondeo de nuestro país y esos resultados se ponderan con otros resultados que venimos trabajando”, indicó.
Y agregó: “Estos datos toman relevancia en este contexto después de esta serie controversial que muestra un contraste entre la realidad pastoral y lo que muestra la serie, en la encuesta lo que podíamos ver es que el liderazgo evangélico emerge de las bases sociales donde las iglesias se extienden, en sectores populares de menores recursos”.
“En la última encuesta del 2019 observamos que en los últimos 10 años crecieron un 70 % en sectores con menor niveles de instrucción, el 40% no tenía trabajo y el 60% que si tenía era mínimo quienes tenían un trabajo registrado. Solo un 28% de los pastores reciben un sueldo de la feligresía, el resto reciben ofrendas 6 de cada 10 pastores tienen que trabajar de otras cosas, remiseros, electricistas, resaltó.
La investigadora destacó que “las iglesias evangélicas se realizan en el garaje del pastor o alquilan locales, no se dan esas iglesias majestuosas, aunque sí existen pero son una realidad minoritaria”.
“En la pandemia una de las primeras organizaciones que se convocaron fueron las iglesias evangélicas para formar parte del comité de crisis, las cuales bajaron ayuda humanitaria, muchas se convirtieron en comedores para ayudar socialmente”, subrayó.
Mosqueira precisó que “hay mega iglesias con muchos miembros que se sostienen con su feligresía que son cuantiosas, en estas encuestas vemos que esa es la realidad minoritaria”.
“Lo que aparece en la serie no es la única escenificación de las industrias culturales, es un recurso habitual la estereotipación del pastor rico, corrupto y millonario. Hay mucho desconocimiento del mundo evangélico y hay mucha ficción hacia este mundo, nuestra tarea como investigadores es matizar estas imágenes”, argumentó.