El diario de cuarentena de Jericles

Hora 8: Leo que un grupo de científicos escandinavos aportaron pruebas sobre que “el universo y la estupidez humana son las dos únicas cosas que no tienen límites”. Para probar lo del universo, mostraron imágenes de la Nasa, y para probar lo infinita que es la estupidez humana, mostraron imágenes del grupito anti-cuarentena quemando barbijos.
Hora 10; Estoy deprimido: ya se acaba septiembre, se viene la temporada de lluvias… ¡y voy a extrañar ver pasar 18 veces por día al regador frente a mi casa!
Hora 12: Advierto que mi familia ya no está tan entusiasmada con mis comidas artesanales… las masitas de avena y orégano ya están tomando un inquietante color verde flúo, y se van acumulando mis últimos fracasos: los panqueques de brócoli, la mermelada de zanahoria…¡y el olor que sale de la heladera me avisa que entró en descomposición esa salsita rara que copié de Internet, y que nadie se animó a probar!¡ No tengo poderes paranormales, pero hay días que siento que el Gato Dumas se revuelve en la tumba!
Hora 14: Mi abuela se prende día por medio en una clase por Zoom del Taller del Peam. ¡93 años tiene mi abuela! Ah, pero los diputados opositores no quieren sesionar en el Congreso virtualmente, para evitar errores…. Me pregunto si hay algo peor que un gobierno de Cambiemos, y las respuesta es sí: ¡Cambiemos siendo oposición!
Hora 16: Voy a hacer la compra semanal al Súper, con los últimos pesos que me quedan en el bolsillo. ¡Quedé en la lona, y con la tarjeta está al rojo vivo! ¡Y además acumulo impuestos sin pagar! Pero no me quejo, porque podría ser peor: ¡Mirá si además me tocaba pagar el Impuesto a la Riqueza!
Hora 18: Escucho a los pibes prepararse para un descontrol total en el Día de la Primavera… ¡Sólo les queda definir si ese descontrol lo harán por watsapp o por zoom!
Hora 22: prendo la tele, y me entero de una bomba: Juanita Viale y Mirtha Legrand abandonan la Mesaza de los sábados, y se dedicarán a las tareas sociales: ¡enseñarán física cuántica en los barrios marginales de todo el país! Evidentemente hay un antes y un después de esta pandemia…
Hora 23: Los seis meses de encierro me han convertido en un paranoico. Y hasta he creado mi propia teoría conspirativa. Estoy convencido que la vacuna fue creada en Disneylandia, en un laboratorio que hay en el sótano, dirigido por el Pato Donald, la Vaca Aurora y la Pepa Pig, para implantarle a los humanos un chip que los convierte automáticamente en vegetarianos.
Y a la hora 23,55, guardo mi diario debajo de la almohada, la birome en la mesa de luz, ¡y me duermo pensando que siempre, siempre, se puede estar peor!