Jericles: Ocho dramas que nos esperan al volver de vacaciones

  • Al irnos desenchufamos la heladera… ¡pero con mercadería adentro! ¡Para volver a abrirla, tenemos que pedir la ayuda de dos dotaciones de bomberos enmascarados como si estuvieran en Chernobyl!
  • Intentamos abrir la puerta, pero desde adentro de la casa hay algo que lo impide: ¡una montaña de facturas vencidas e impagas, decenas de ultimátum e intimaciones de pago, que se fueron acumulando desde nuestra partida!
  • Nuestro perro nos recibe agresivamente, ¿tal vez un poco resentido porque olvidamos de dejarle comida para los quince días que faltamos?

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  • Cuando necesitábamos relajarnos y descansar para recuperarnos de las vacaciones… ¡Los pibes nos avisan que el lunes empiezan las clases, y que tenemos sólo veinticuatro horas para comprarles todo lo que necesitan para el cole!
  • Al volver a usar camisa, advertimos con sangre, dolor y lágrimas, que la prenda se pega a las quemaduras de sol que supimos conseguir
  • El regreso al laburo será con pena y sin gloria, ya que nuestros resentidos compañeros, esos que les tocó vacacionar en abril, no tuvieron la amabilidad de poner al día nuestro trabajo atrasado.
  • Hacer un balance de las vacaciones no ayuda mucho: de los quince días llovió nueve, y a eso hay que sumarle la gastroenterocolitis de la patrona  y el dolor de muelas del tipito, sin olvidase que al segundo día ya le rebotaron la tarjeta por no tener fondos suficientes.
  • Nuestro viejo y querido gato, al que no encontrábamos al partir, aparece en el fondo del baúl del auto, debajo de bolsos y valijas. Sacamos dos conclusiones: a) El pobre se dio el gusto de acompañarnos en nuestras vacaciones, y b) ¡Ese era el olor que no podíamos descifrar en nuestro viaje de regreso!

En la columna de hoy vamos a denunciar como lo hacemos siempre, valientemente, sin medias tintas (y también sin pruebas, hay que reconocerlo)…

¡Las desgarradoras consecuencias del cambio climático!

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La noticia que sacudió febrero fue que en la Base Marambiotuvieron temperaturas que harían morir de envidia a la gente del Caribe. ¡20 grados! Las fotos de la gente que trabaja ahí (bah, no sé si puede llamarse trabajo… ¿qué trabajo puede haber en un lugar así? ¡Para mí que se la pasan todo el año mirando Netflix y la Superliga por la tele!) Decía que impresionan las fotos de la gente que vive ahí, en musculosa, y prendiendo el aire acondicionado…

Y ahí nos pusimos a pensar en las terribles consecuencias que vamos a sufrir en los próximos años como consecuencia del aumento de la temperatura del planeta y del desastre ecológico motivado por el hombre: 

Y como no perdona ningún clima, de punta a punta del planeta veremos cosas terribles! En el trópico, por ejemplo, dicen que los tucanes están naciendo ñatos y de color gris… ¡y en las zonas más heladas, a los muñecos de nieve ya los están haciendo con telgopor!

¡Terrorífico!

¡Las golondrinas, en lugar de ir y volver de norte al sur del continente, están emigrando a otros  planetas! Y ni hablar de que con la humanidad amenazada por los ataques nuecleares y un virus terrorífico, ¡¡las cucarachas, que son las que heredarán todo, estarían formando dirigentes y funcionarios para gobernar el planeta!!

Y la ambición para sembrar más y más soja es cada vez más dramática! Por la deforestación ya dejaron de fabricarse los cuchillos “Arbolito” y

¡Las hormigas están en vías de extinción!

Y termino volviendo al tema del calorozononón en el Polo Norte y la Antártida…Si se derriten los hielos, Pablo… ¿me querés decir con qué vamos a enfriar las bebidas en verano? ¿Llegará el Apocalipsis con el fin de los imprescindibles rolitos ?