“Mi hija y todas estas chicas pasaron durante años por este monstruo y la Universidad nos dejó solas”

“Mi hija y todas estas chicas pasaron durante años por este monstruo y la Universidad nos dejó solas”, afirmó en diálogo con Póster Central la docente y madre de una jugadora de hockey que denunció haber sufrido abusos desde los 14 años. Es un testimonio clave que impulsó la causa judicial contra el docente Mario González, quien está imputado por abuso sexual simple agravado por su rol de guarda. Cinco son hasta hoy las víctimas que lo denunciaron por ocho agresiones y se prevé que la semana próximo se sumen más testimonios.
“Después de ese escrache que se hizo en 2018, en diciembre, el sumariado hace una reunión en el Polideportivo y mi hija no asiste. Yo todavía no sabía lo que ella había sufrido. Cuando hablé con mi hija, un día llorando nos dijo lo que esta persona le había hecho. Estos episodios comenzaron cuando mi hija tenía 14 años. Él era amigo de la familia, participaba de eventos como un miembro más. Teníamos un muy buen vínculo, al principio nos costó digerir semejante barbaridad”, recordó la docente y denunciante.
La mujer confirmó que su hija no quiso jugar más y advirtió: “2019 se lo manifesté al secretario de Bienestar Fernando Moyano y al director de Deportes. Quizás no nos creyeron y no hicieron lo que debía. Lo apartaron de hockey pero González seguía yendo a la Universidad para hacer toda la parte administrativa del hockey, incluso mandaba notas a los padres para los eventos”
“Mis hijas y otras víctimas hicieron las denuncias correspondientes. Hablé con los doctores Valentinuzzi y Abraham y me dijeron que estaba todo en secreto de sumario. Al ver que estaba todo tan lento mi hija toma la determinación de hacer la denuncia en la fiscalía. Esto ocurrió en 2019, todavía no estábamos en pandemia”, precisó.
Y agregó: “Desde la Universidad nunca tuvimos un acompañamiento. Eran reuniones y reuniones, pedir explicaciones y nos decían que no podían hacer nada. Allegadas que estaban en la parte social de la Municipalidad nos ayudaron a ir a la secretaría de violencia de la Justicia, una chica conocida la acompañó a mi hija a la fiscalía”
“Pedí una nota al decano de la Facultad y no encontramos respuesta de nada. Mi hija iba a rendir y se encontraba con él. Se le hizo muy duro pasar el profesorado con todo esto. Ellos dicen que lo apartaron, pero un día nos llamó el director de Deportes a una reunión y nos encontramos con este señor. Me quedé dura, blanca pero mi compañera reaccionó y se armó una gresca. No fuimos acompañadas jamás, ni siquiera de nuestros compañeros profesores. Nos faltaron el respeto total”, manifestó.
La docente admitió que “no es fácil denunciar” y precisó que “en el caso de mi hija el tipo vivía casi en mi casa, no podíamos creer”.
“Mi esposo tuvo varias veces la reacción de buscarlo para ir a matarlo. Si un docente y una víctima te están informando lo que están pasando, es increíble que hagan la vista gorda. ¿Tienen que esperar a que se haga público para que lo crean? ¿Cuántos años pasaron sin hacer nada?”, se preguntó.
Y agregó: “Yo creo que se abrió una oportunidad para hacer Justicia. Pero, si yo no podía un abogado nadie iba a hacer nada por estas chicas que han pasado por este monstruo durante tantos años. Esto estaba encajonado, no había salido de la fiscalía”
“La Universidad no está preparada, ni siquiera le creyó a los docentes que le advirtieron. Por más que hagan secretaría de Género falta acompañamiento y psicóloga. Mi hija va hace 4 años al psicólogo y lo tengo que pagar yo. Ahora también necesito asistencia psicológica y tampoco me lo cubre nadie. Y resulta que el imputado no va a trabajar porque tiene carpeta psiquiátrica”, fundamentó.
“Estoy haciendo mucha fuerza para ir a la Universidad”, afirmó entre lágrimas. La mujer sostuvo que allí se formó y jugó al hockey durante años, sin embargo “cuando paso por el ingreso tengo dolor de estómago por tantas injusticias”
“Mis hijos desde los 40 días fueron al Rayito de Sol, hicieron deportes en la Universidad. Es una injusticia que no hagan nada. Estamos formando nenas, fuimos formadoras toda la vida y no se puede permitir que esto suceda. Por eso dimos un paso al costado, decidimos no quedarnos allí”, subrayó.
“Nos faltaron el respeto, pero estoy segura que habrá Justicia. Me han llovido los mensajes y muchas todavía no se animan. Pero cada denunciante suma, es un granito de arena. Por más que hayan pasado muchos años les pido que se animen. Es necesario que puedan sanar. Se va a hacer Justicia, que se queden tranquilas las víctimas ese tipo las va a pagar”, aseveró.