Crisis habitacional: Familias viven asfixiadas por los gastos, estudiantes deben alojarse hasta en hoteles y crece el boom de los alquileres temporales

El sueño de la casa propia se desplomó y los alquileres se convirtieron en una pesadilla. La crisis habitacional impacta fuertemente en los sectores trabajadores y vulnerables, provocando altos costos sociales en la ciudad.
La compleja realidad también se advierte en el ámbito universitario, donde hay estudiantes que se alojan en hoteles ante la falta de oferta de departamentos y otros, que viajan todos los días desde los pueblos de la región para estudiar en la Universidad, según reconoció Eduardo Aliendo, histórico operador inmobiliario en la ciudad.
La situación es aún más compleja para las familias que necesitan alquilar ante la inaccesibilidad a planes de viviendas, y deben destinar más del 50 por ciento de sus ingresos en pagar mensualmente por un lugar donde vivir.
Según datos del último censo, en el departamento de Río Cuarto viven 292.293 personas. Del total, 289.857 residen en viviendas particulares. Un informe Centro Coordinador Regional de Estadísticas del Consejo Económico y Social del 2022 había revelado que tres de cada 10 riocuartenses no tienen vivienda propia. Se trata de vecinos que viven en unidades habitacionales alquiladas o prestadas.
Aliendo señaló que “la situación es crítica porque el inquilino no consigue un lugar o tiene dificultades para pagar y el propietario no está interesado en poner su inmueble para la renta”
El dirigente del Centro de Corredores Inmobiliarios sostuvo que ya comenzó a tener impacto en la ciudad el fenómeno de los alquileres temporarios, que reduce aún más la oferta para el alquiler tradicional.
“Hay padres que han colocado a sus hijos en hoteles ante la falta de departamentos y chicos que viajan todos los días de la zona. Ante la posibilidad de un contrato de alquiler por 3 años, actualizable cada año, el dueño prefiere alquiler por día. Un departamento de un dormitorio puede rondar los 70 mil pesos con expensas y el de dos dormitorios, llega a los 100 mil pesos. Sin embargo, un lugar amueblado puede generar unos 10 mil pesos por día y el dueño prefiere claramente eso”, precisó.
En el caso de las viviendas familiares, en Río Cuarto una casa de dos dormitorios puede costar entre 80 y 100 mil pesos por mes más impuestos. Cuando se trata de tres dormitorios, los números se elevan hasta los 140 mil pesos en barrios con servicios.
El aumento anual de los alquileres fue rozó el 90 por ciento en febrero y aunque estuvo por debajo de la inflación total, condiciona fuertemente a familias trabajadoras con ingresos promedio entre los 120 mil y 200 mil pesos.
Quienes analizan enfrentar el desafío de comprar un inmueble o construir, tienen dificultades aún mayores. Todo el mercado se mide en dólares y “la tierra es un bien escaso, con precios de lotes muy altos”. “En Baigorria se venden terrenos en 7 mil dólares con servicios esenciales, mientras en Río Cuarto cuestan entre 14 mil y 18 mil dólares en bario Alberdi y en otros barrios, superan los 30 mil dólares”, explicó Aliendo.
El operador inmobiliario advirtió que “Las Higueras es otra alternativa, aunque los valores en barrios no son mucho más bajos que en Río Cuarto”
“Solo un selecto grupo de personas con capacidad de ahorro en dólares y altos sueldos para créditos puede comprar terrenos o construir. No hay acceso al crédito privado para familias trabajadoras que ganan, en promedio, 150 mil o 200 mil pesos”, lamentó.