Condenaron a 4 años y 8 meses de prisión al guardiacárcel acusado de ingresar droga en el penal de Río Cuarto

En un juicio abreviado en la Cámara Segunda del Crimen, condenaron a cuatro años y 8 meses de prisión a un guardiacárcel acusado de ingresar droga al penal de Río Cuarto. Se trata de Walter Oscar Toledo, quien estaba acusado de “entrega de estupefacientes a título oneroso agravado por el número de personas organizadas para cometerla, la participación de funcionario público encargado de la guarda de presos y en perjuicio de éstos”.
También fueron condenados los dos reclusos que actuaron en complicidad con los agentes de seguridad. Alejandro Pavón fue sentenciado a 4 años y 9 meses de prisión y, con la unificación de la pena pendiente, deberá enfrentar 12 años de cárcel. Por su parte, Roberto Torres recibió la misma condena y con la unificación de penas se eleva a 10 años de cárcel.

El hecho

Según surge de la requisitoria del fiscal Antinarcotráfico a la que pudo acceder Póster Central, “en fecha que no se puede establecer con exactitud, probablemente con antelación al día 19 de marzo del 2021,  Toledo en complicidad con los internos Roberto Carlos Torres y David Alejandro Pavón, y una persona aún no identificada por la instrucción, se dispusieron a ingresar sustancias estupefacientes al interior del Establecimiento Penitenciario 6”
“Para llevar a cabo el plan delictivo, Pavón, alojado en el pabellón 7, habría ofrecido pagar 35 mil pesos al guardiacárcel para que reciba las sustancias estupefacientes del exterior.  Además, ofreció otra suma igual al interno Roberto Carlos Torres, fajinero de cantina, para que reciba la droga de manos de Toledo y las traslade hasta su celda”, afirmó el funcionario judicial.
En el escrito se reveló que, “a las 14:54 del 19 de marzo de 2021, en el portón externo ubicado sobre calle Juárez Celman se hizo presente una persona a bordo de una motocicleta de alta cilindrada, quien entregó a Toledo un paquete tipo bolsa de color blanco, en cuyo interior se hallaban escondidas en diversos empaques marihuana y cocaína”. Además, “dentro de un paquete de yerba, ocultaba un envoltorio de cinta de papel con dos bolsas ziploc, una de ellas con 123 gramos de marihuana y otra, con 198,4 gramos de cocaína”.  La resolución también precisó sobre el hallazgo en el interior de una caja de leche chocolatada de celulares, auriculares y cargadores, junto a un envoltorio de nylon que contenía 5 gramos de marihuana.
El relato del fiscal resaltó que, “minutos más tarde, a las 15:17, el agente penitenciario hizo entrega a Torres de los elementos que llevaba ocultos, “lo que permitió el ingreso de la droga al penal”.    El recluso colocó el paquete de yerba y la caja de leche dentro de una canasta junto a otros productos –chocolates, yogurt y cereales-, “a fin de que pasen desapercibidos”. Cuando Pavón se dirigió al pasillo central para obtener la droga y los celulares, fue interceptado por un adjutor principal, quien “en una requisa de rutina advirtió las sustancias y los elementos tecnológicos”.

“Nunca tuve contacto con la droga”

En su declaración ante el fiscal, Toledo dijo que “nunca tuve trato con la droga ni con Torres, salvo como empleado e interno”
“No está establecido que uno pueda recibir paquetes de afuera, pero por la situación de la pandemia sí se hacía”, afirmó el guardiacárcel, quien no pudo precisar la cantidad de veces que lo hizo.
“No sé quién o qué le ofrecieron a Torres para que me ensucie de esta forma. Porque en el puesto donde yo estaba trabajando tenía que controlar todo lo que entraba y lo que salía. Yo controlaba el personal, mercadería, cantineros, los proveedores”, indicó el acusado.
Al ser consultado sobre cómo se controlaban las mercaderías, Toledo respondió: “por ejemplo, venían las cajas de galletas y se miraba al interior para controlar que no hubiera cosas que no pueden ingresar. Pero no se tocaban los paquetes.

“Existencia del hecho”

Para el fiscal, “se puede sostener con el grado de probabilidad requerido en esta etapa procesal, la existencia del evento criminoso investigado, así como la participación punible de los encartados en el mismo, toda vez que actuando de consuno, de manera pre organizada, haciéndolo con ánimo de lucro y a sabiendas de su ilegalidad, se dispusieron a planificar en forma estratégica, el ingreso de estupefacientes al Establecimiento Penitenciario.

Redacción Póster Central