Juzgan a la mujer acusada por el crimen de Agustín Castillo: Una historia de violencia sin tregua

En la madrugada del 12 de abril del 2020, Agustín Federico Castillo caminaba junto a un amigo por calle Fray Cardarelli. Estaba regresando a su casa donde lo esperaba su mamá.  Cuando llegaron a la intersección con Pasaje Juncos, una mujer se acercó presurosa con la moto en la que se trasladaba y comenzó a dispararles con un arma de fuego, tipo carabina, recortada, calibre 22.  Agustín intentó correr, pero la agresora bajó del rodado y, “en una posición más cómoda, efectuó nuevamente una serie de disparos”. El joven se desplomó en la vereda tras recibir dos heridas mortales en el muslo y la región cervical. El silencio del barrio en aquel tiempo severo de pandemia, se derrumbó por el ruido de la pistola activándose una y otra vez.


La acusada es Macarena Elizabeth Agüero, quien enfrenta un juicio oral, imputada por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, tentativa de homicidio, tenencia ilegal de arma, violación de las medidas adoptadas para impedir la propagación de una  epidemia y abuso de armas.
Según surge de la instrucción del fiscal Daniel Miralles, el primer episodio fue el 9 de agosto de 2018. A las 17,30, Agüero se acercó con su moto por calle Rivera Indarte al 400 y logró interceptar a dos hombres. “Sin mediar palabra alguna”, la mujer comenzó a disparar y logró herir en el brazo derecho a una de las víctimas.  

En el tercer hecho, Miralles sostuvo que, “desde una fecha que no se puede determinar con exactitud y hasta el día doce de abril de dos mil veinte, Agüero mantuvo en su poder, sin autorización legal, en su domicilio, un arma de fuego, tipo revólver, sin marca visible, efecto que fuera secuestrado por personal policial”

Casi dos años después, el día en que mataron a Agustín, existía una prohibición para circular debido al decreto de aislamiento social, preventivo y obligatorio. Nada pudo evitar que la mujer concluyera su raid criminal.