Dos Gringos, una postal de la Argentina utópica: “Desde que empecé a conocer la historia supe que esto era de película”

“En el año 95 vi un auto que me llamó la atención. Le saqué unas fotos de curioso y un día lo observé con un cartel de venta. Necesitaba un automóvil y lo compré después de una larga negociación”, recordó Guillermo Cantón, al precisar cómo comenzó el vínculo con el Gringo que derivó en el conmovedor documental que acaba de estrenar.
En diálogo con Póster Central, Cantón resaltó que “al comenzar a conocer la historia me dije que esto debía ser una película, una fábrica que lleva el nombre del creador del auto y muchas cosas por descubrir”
“No era oficio hacer cine documental, pero seguí recopilando información y finalmente hace dos años se dio el contexto para hacer la película”, expresó.

Dos gringos es la “ópera prima” de Guillermo Cantón (63), un fotoperiodista de larga trayectoria en medios nacionales, incluso en las clásicas revista del mundo automovilístico (Corsa, Parabrisas y Campeones).
Este interés personal en los autos le hizo llamar la atención sobre un vehículo que vio un día en la calle. De allí surgieron una serie de encuentros casuales y no tanto que, veinte años después dieron forma a esta película. Es la historia de IES, un emprendimiento quijotesco del ingeniero Eduardo Sal-lari, y también un recorrido por episodios de la historia reciente de la Argentina y de la vida personal del autor.
Una película que habla de una Argentina utópica y también de la inquebrantable voluntad de algunos hombres que la habitan.

Sinopsis

Un joven fotoperiodista, vinculado al automovilismo, encuentra por la calle un vehículo que le llama poderosamente la atención. Lo fotografía, nunca antes lo había visto ni sabía de su existencia. Al tiempo lo ve con un tímido cartel de venta.
Guillermo Cantón, recién casado y a punto de ser padre lo compra. Años después le dejan en el parabrisas una nota: “Mi nombre es Andrés Sal Lari y mi padre me decía Gringo de pequeño, por eso le puso así a este auto. Por favor, llámeme”.
A partir de ese encuentro, el ahora director de este proyecto, siente que esa historia de padres e hijos merece ser contada.
Ayudado por Andrés y atrapado por su oficio periodístico, Guillermo comienza a investigar la historia de IES, la fábrica de autos que Sal Lari armó sobre las bases de la vieja Citroën Argentina.
Apenas andando aparece un dato llamativo, en 1982 antes de lanzar su propia fábrica, el ingeniero colaboró en la producción de un vehículo militar encargado por la Marina para la Guerra de Malvinas ya desencadenada. ¿Cuál fue la relación del ingeniero con los militares de la dictadura? Muchos fantasmas sobrevuelan el surgimiento de la empresa.
Esa misma búsqueda los lleva a recorrer el Barrio IES, en las proximidades de Mercedes, BsAs, urbanización que el empresario ideó para facilitarle viviendas dignas a sus propios empleados. Un proyecto que hoy sigue resultando audaz y notable .
¿El proyecto de IES de realizar un auto latinoamericano, independiente tecnológica y económicamente de las grandes terminales era una utopía? ¿Dónde quería llegar Sal Lari? Se pregunta Andrés Moranzoni, el mayor coleccionista de aquellos automóviles. Atesora en su jardín desde autos y pickups hasta banderas y suvenires. Sobretodo miles de datos en su memoria.
Luego de 20 años de mantenerlo en su poder y conservar al Gringo, Guillermo siente que llegó la hora de su último viaje con él: sabe que el auto tiene ahora un valor histórico, pertenece al patrimonio de los sueños argentinos.

CRÉDITOS
Producción: Guillermo Cantón – Eduardo Yedlin
Guión: Eduardo Yedlin – Guillermo Cantón
Cámara: Lautaro Guillamondegui – Guillermo Cantón
Sonido directo: Nicolás Guillamondegui.
Sonido adicional: Rubén Piputo
Edición: Eduardo Yedlin (en Curubica Estudio )
Postproducción de sonido: Jero Kohn
Postproducción imagen: Gorky Films
Música: Guillermo Cantón
Tratamiento musical: Máximo Cantón
Color: Roberto Zambrano
Gráfica y títulos: Marcos Galindez.