“Por la falta de conectividad, íbamos los sábados a buscar a nuestros alumnos con la tarea en papel, no queríamos que abandonaran”

“En todo este tiempo de pandemia hubo momentos en que los docentes y los niños la hemos pasado mal. Queríamos enseñar y ellos querían aprender pero no podíamos por la falta de conectividad”, expresó Patricia Barrios, quien es docente desde hace 20 años y tuvo un especial festejo por el día del maestro y la maestra.
En diálogo con Póster Central, resaltó: “En todo este tiempo de pandemia hubo momentos en que los docentes y los niños la hemos pasado mal. Queríamos enseñar y ellos querían aprender pero no podíamos por la falta de conectividad”
“En el contexto donde yo trabajo mis alumnos no tenían buen servicio de internet o falta de un celular. En algunos casos, tenían uno solo para toda la familia. Muchas de mis compañeras y yo nos íbamos a la casa de los alumnos con material en formato papel para que no abandonen. Incluso los sábados salíamos en busca de nuestros estudiantes porque veíamos la deserción. A veces se cambiaban de barrio y era muy difícil”, admitió.
Patricia recordó que “cuando íbamos a la casa veíamos al niño que corría a buscar nuestros brazos, le faltaba algo en la virtualidad, necesitaban de la parte de la afectiva y la contención”
“Yo comencé en el año 1999 con un interinato en la escuela rural de Las Peñas Sud. Ni siquiera sabía donde quedaba. Eso me permitió crecer desde la vocación”, destacó.
El acto central por el día del maestro y la maestra tuvo una razón especial y dolorosa en el centro educativo María Teresa de Calcuta. La muerte por Covid de Emilse Bergonzi dejó un recuerdo imborrable para la comunidad docente.
“Emilse hacía un par de años que formaba de nuestro equipo llegaba todos los días con una sonrisa. Quería lograr una titularidad en la escuela. Cuando pensó todo esto nos preguntamos qué estaba pasando. El tema fue volver a la presencialidad y que ella no llegara a la escuela. El acto de ayer fue muy emotivo porque fue en su homenaje”, expresó.


Y añadió: “La escuela es el palomar, es nuestro nido. No tener a Emilse es difícil, es muy doloroso”.

Una maestra con vocación

Patricia trabajó en la escuela rural las Peñas de Sud a cargo de tres cursos y como maestra única y directa en el Campo las Gamas, a 30 kilómetros de Berrotarán. Luego, se desempeñó durante cinco años en las dos escuelas públicas en la escuela Francisco Ortíz de Ocampo y Víctor Mercante. En el 2009, fue nombrada titular en la escuela de barrio Ciudad Nueva.