Los tiempos de la vacuna

Por Pablo Callejón

El regreso a clases con un sistema mixto de presencialidad y virtualidad avanza sin la certeza de un plan masivo de vacunación. Las y los docentes aparecen en las prioridades de la Nación y los gobiernos provinciales, pero el suministro de dosis aún no permitió iniciar las acciones con quienes deberán conjugar la tarea pedagógica con el cumplimiento de las normas sanitarias en las aulas. El decreto presidencial que extiende el distanciamiento social hasta el 28 de febrero, ratifica la decisión de la Nación de priorizar el funcionamiento de las colegios, aunque el debate sobre la presencialidad expuso al Gobierno ante el reclamo de la oposición, fundamentalmente del macrismo, que utilizó la reapertura de las escuelas como otro eje de cuestionamiento a las políticas sanitarias contra la pandemia.
278.541 personas ya se vacunaron en la Argentina con la primera dosis de la vacuna Spuntik V y 65.583 completaron la segunda, según el informe actualizado del Ministerio de Salud de la Nación. En Córdoba, la última jornada de vacunación de la semana permitió inocular a 1.417 trabajadores de aéreas críticas Covid. Los operativos se realizaron en el Centro de Convenciones Juan Bautista Bustos de la Capital y en 24 hospitales de referencias del interior provincial. Del total, 553 vacunados tenían residencia en Córdoba capital y 864 en el interior. Hasta el momento, 11.231 cordobeses completaron su inmunización.
A través de la cuenta oficial en Twitter, la Provincia aclaró esta semana cómo continuará el plan de vacunación atado a la disponibilidad que regula la Nación. La prioridad serán las personas mayores internadas en geriátricos. Luego, avanzarán con los docentes de más de 60 años o que tengan comorbilidades y estén en actividad. En el tercer lugar aparece el personal de salud con más de 60 años que se encuentre asistiendo pacientes de riesgo. Los sindicatos docentes habían reclamado una vacunación masiva de las y los maestros antes del inicio del inicio del ciclo lectivo, pero el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, insistió en que la vacuna “no es condición indispensable”. Al menos en la Provincia, no se prevén medidas de fuerza que impidan la reanudación y desde el 19 de febrero, las y los alumnos que cursaron sexto grado y el último año del secundario comenzarán a experimentar el retorno a los centros educativos, como una prueba de fuego para la apertura masiva en medio de la pandemia.

Con una producción insuficiente de dosis y una disputa visceral de poder entre los países desarrollados y los más pobres, la lucha contra el Coronavirus en el mundo ratifica las profundas desigualdades en el acceso a las vacunas. El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Ghebreyesus, pidió que no se repitan “errores morales del pasado”. En un intento por alcanzar el corazón del capitalismo, el funcionario dijo que la acumulación de suministros entre los más ricos “permitirá a la pandemia continuar causando estragos y una recuperación económica muy lenta”. El titular de la OMS recordó que los países desfavorecidos necesitaron 10 años para obtener medicamentos contra el VIH y recién pudieron adquirir la vacuna para el H1N1 cuando “la epidemia había terminado”. Advertir que en un mundo hiperconectado nadie estará seguro hasta que todos puedan estar vacunados, no sensibiliza a los países centrales que iniciaron sus propias peleas internas para garantizarse la inmunización aún a costa de sus propios vecinos. Los laboratorios bajaron sus expectativas de producción y no cumplirán lo pactado. Italia denunció que demoras de Pfizer y Moderna, que entregará “un 20% menos”. El escenario es aún más grave en otros países, incluso desarrollados, que ni siquiera empezaron con el plan de vacunación. En Europa, la disputa por el stock de la producción de Oxford-AstraZeneca aumentó la tensión entre la Unión Europea, que había firmado en agosto la compra de 400 millones de dosis, y el Reino Unido, que se había garantizado unas 100 millones en mayo. Cuando el laboratorio reconoció las demoras en la elaboración, Londres buscó no ceder sus pretensiones iniciales. La pelea por el acceso es profundamente desigual en medio de escalas productivas que están por debajo de las expectativas iníciales. Desde la OMS advierten que Europa se va a llevar el 17% de la producción global en febrero, a pesar de que supone el 5% de la población mundial. Es además, una de las regiones con mayor avance en la inmunización, con la inoculación de 10,5 millones de personas sobre un total de 448 millones.

En Latinoamérica, Argentina lidera el ranking de vacunación en relación al número de habitantes, pero con números todavía escasos sobre el total de la población. Por ahora, la apuesta se consolida en la vacuna Sputnik, al aguardo de la ejecución de acuerdos con otros productores. Y aunque el presidente ruso Vladimir Putin afirmó que “se están sobre cumpliendo los objetivos de elaboración”, los suministros no alcanzan para enfrentar con mayor celeridad la pandemia. El Gobierno uruguayo compró 3,75 millones de dosis de Pfizer/BioNTech y Sinovac, pero no llegarán antes de marzo. En el caso de Chile, el arribo de un lote de casi 2 millones de vacunas del laboratorio chino Sinovac, pondría temporalmente al país transandino en la vanguardia de los planes en Sudamérica. En Brasil, solo un 1,16% de la población mayor de 18 años ha recibido la vacuna, mientras se alcanzan los 9.118.513 contagios desde el inicio de la pandemia, con más de 222 mil muertos.

La campaña contra la vacuna rusa de medios opositores al Gobierno y algunos voceros de Juntos por el Cambio impactó en un sector que duda o se resiste al proceso. Los mensajes cargados de negatividad y prejuicios se sumaron a una política comunicacional que demoró en consolidar un mensaje oficial. La encuesta de la consultora Zuban Córdoba realizada entre el 19 y el 21 de enero reveló que un 49.9% de los consultados confirmó que quiere vacunarse, pero casi un tercio dijo que no lo hará. Además, un 22.5% se mostró todavía indeciso. En relación a los tiempos, un 34.1% cree que recibirá la inoculación en marzo del 2021, un 26.1% en junio y un 14.5% a fin de año. El sondeo fue realizado cuando el incipiente plan prometía el arribo desde Rusia de millones de dosis durante el mes de enero. Las dudas sobre el modo en que el Gobierno nacional comunicó sus estrategias sanitarias impactaron en más del 50 por ciento de la población consultada, que consideró como “muy confusa” o “confusa” la información oficial.
A pesar del impacto de las fiestas de fin de año y el turismo, hay un amesetamiento de casos y esto supone una sensación de alivio. Sin embargo, el país está cerca de alcanzar los 2 millones de contagios en la Argentina, con casi 48 mil fallecidos y un promedio diario superior a los 9 mil casos. La vacunación es la principal esperanza, aunque las dificultades en el acceso podrían dilatar por muchos meses el anhelo de una inmunización masiva.