Viejos conocidos

Por Pablo Callejón

Ni profundos cambios, ni grandes sorpresas. Tampoco la disrupción de nombres que modificaran el tablero de movimientos y enroques que Juan Manuel Llamosas dispuso fiel a su estilo. Ni siquiera hubo un golpe de efecto. El nuevo gabinete municipal representa la esencia de la política que naturalizó el intendente. No hubo pases de facturas por el desgaste de la gestión. Los principales referentes siguen con roles diferentes, pero sin pérdida de jerarquías. La oxigenación fue apenas una bocanada que se reveló en la creación de una jefatura de gabinete y la ampliación en el número de secretarías. La diagramación parece estar más vinculada al cumplimiento de acuerdos pre electorales que al relanzamiento de un proyecto político. La victoria electoral después de 8 meses de pandemia fue un espaldarazo histórico para el peronismo riocuartense, pero la baja participación electoral y la reducción en la ventaja sobre el radicalismo dispuso un escenario de replanteos que no significó un barajar de nuevo.

La postal de los festejos junto al vicegobernador Manuel Calvo y el jefe de Gabinete Santiago Cafiero retrató las portadas y crónicas de los diarios nacionales el último lunes de noviembre, en una referencia política impensada cuatro años antes. Llamosas resolvió dar certeza a esa expresión simbólica sobre el escenario con las reuniones que horas después mantendría con el gobernador Juan Schiretti y el presidente Alberto Fernández. En Río Cuarto aguardaban con expectativa cómo impactarían los encuentros en la conformación del gabinete y la nueva impronta de gobierno. El mandatario despejó rápidamente cualquier especulación que diera lugar a un batacazo.Llamosas anunció la creación de una jefatura de Gabinete en Telediario Primera Edición, horas después de la victoria en las urnas. El elegido fue Julián Oberti, uno de los hombres de confianza del círculo más estrecho, a quien el intendente escucha especialmente en la definición de temas sensibles. Oberti fue uno de los pocos referentes de la administración municipal que no delegó costos políticos y su designación no genera voces disonantes en el Palacio de Mójica. Su rol podría aliviar la alta sobre exposición a la que debió someterse Llamosas ante cada conflicto político y social. También podría evitar que se prolonguen excesivamente las crisis internas que provocaron un estado de incertidumbre sobre decisiones inevitables. La continuidad de Camilo Vieyra en Gobierno, Guillermo De Rivas en Gestión y Modernización, Martín Cantoro en Obras Públicas, Pablo Antonetti en Economía y Marcelo Ferrario en Salud, ratifican al núcleo duro en los sectores claves de la gestión. Tras la pandemia, Ferrario sumará la sensible área de desarrollo social que tendrá nuevamente a un Dova en la administración directa. La estrategia ya había sido utilizada por el radicalismo, cuando dispuso a Promoción Social bajo la tutela del entonces titular de Salud, Gabriel Abrile.

La incorporación de German Di Bella en la secretaría de Industria supone un mejor diálogo con los empresarios y comerciantes y un guiño al establishment económico de la ciudad. En el municipio algunos dudas sobre el efecto real. Recuerdan que en la última elección, el centro y las escuelas donde votaron los vecinos de los barrios más exclusivos fueron esquivos a la propuesta del oficialismo. La victoria pareció concentrarse en la fortaleza de un peronismo unido en lugar de la disputa por votos que nunca dejaron de respaldar a la alianza entre el radicalismo y el macrismo. El director de Bio 4 podría dar protagonismo al proyecto de habilitación de un nuevo parque industrial, como principal referencia a ese imaginario al que Río Cuarto aspira más por necesidad que por convicción. El impulso del empleo quedará en manos de un histórico de la CGT. Ivan Rozzi es el resultado de la alianza entre la central obrera y el peronismo en el poder. El dirigente del gremio de la AFIP tendrá la difícil misión de fomentar la creación de puestos de trabajo en un tiempo en el que proliferan las implosiones de empresas y comercios asfixiados por la debacle financiera y la pandemia. La gestión ambiental y los servicios públicos serán otro complejo obstáculo que podría marcar fuertemente el nuevo mandato de Llamosas. La redefinición del Edecom en manos de Leticia Paulizzi y la recuperación de la secretaría de Servicios Públicos bajo la coordinación de Marcelo Bressan suponen el doble objetivo de mejorar los controles en ámbitos de alta sensibilidad social. Cotreco no solo implica el contrato más oneroso del municipio, es también una bomba empresarial a la que la Justicia decidió extenderle la mecha. El Gobierno optó por sostener el contrato pese a la convocatoria de acreedores de la empresa. Esperan que la firma con directores imputados por la Justicia Federal pueda subsistir hasta el próximo llamado a licitación, aún con los evidentes incumplimientos contractuales que hubiesen permitido un cambio de rumbo. Paulizzi buscará darle una impronta diferente al ente que cambiará inicialmente su nombre, en un primer intento por darle una lavada de cara ante el descontento mayoritario que genera entre los riocuartenses. La realidad del transporte público es otro frente abierto de final imprevisible. A la abrupta caída en el número de pasajeros, la SAT suma una pérdida de ingresos por la reducción de los subsidios que llegan de la Nación. El servicio post pandemia obligará a una revisión que difícilmente pueda evitar una restricción en las prestaciones. La promesa de un mayor protagonismo para las mujeres en el próximo gobierno se pareció más a una carta de intenciones. A la incorporación de Paulizzi en el ahora ex Edecom, Llamosas optó por elevar a secretaría el área de Educación que lidera Mercedes Novaira y crear una secretaría de Género que permitió la reincorporación de Ana Medina, una dirigente con alta consideración social. Sin embargo, la necesidad de generar un espacio de referencia es también la evidencia de la falta de transversalidad en las políticas de género. ¿Por qué no es una mujer la titular de Obras Públicas, Economía, Salud o Gobierno? No se trata solo de la falta de paridad, sino de la imposibilidad de promover un gabinete diverso que hubiese planteado una transformación real. Llamosas inicia el nuevo proceso con la certeza de que no podrá ser reelecto. Del éxito en la provincialización de su gestión podrían estar las claves para un salto político que a los intendentes riocuartenses les ha costado demasiado. Nunca los ex mandatarios pudieron aspirar más allá de una candidatura a vicegobernador y un rol más o menos protagónico en la Unicameral cordobesa. Será también un tiempo en el que comenzarán a posicionarse los nombres que aspiran a ser una alternativa. El senador albertista Carlos Caserio se apuró en citar a Adriana Nazario en la sucesión del sillón de Mójica. El ex tenista y ahora secretario de Deportes, Agustín Calleri, será otro de los nombres fuertes en la disputa. En el peronismo no descartan a Guillermo De Rivas, Julian Oberti y Camilo Vieyra como opciones más cercanas al círculo íntimo del llamosismo. Los próximos tres años y medio de gobierno podrían ser la oportunidad para consolidar en Río Cuarto una estrategia que el ex gobernador José Manuel De la Sota supo consolidar durante más de 20 años en Córdoba. Por ahora, la apuesta es solo promover un cambio, sin tocar demasiado. La fortaleza que supone iniciar el tramo final con los viejos conocidos.