Jericles: carnavales

¡…Y pasó el carnaval! Este año tuvo todos los ingredientes para ser polémico: la  murga más famosa cuestionada, el lugar elegido para los Corsos, Venecia que suspendió por el Coronavirus… ¡y hasta Bolsonaro quiso frenar la lujuria de los míticos carnavales brasileros!

Pero lo que más polvareda levantó esta semana fue lo del proyecto de eliminar los concursos de belleza, una costumbre muy arraigada en todo el país, y que tiene una gran tradición carnavalesca.

Conceptualmente, el proyecto está bueno, pero habría que ir pensando en una alternativa para reemplazar este tipo de eventos por otros concursos que no hieran la sensibilidad de la gente.

Un ejemplo: Para romper con los estereotipos de cosificación y belleza, elegir a la persona menos agraciada de los carnavales… ¡Y en esta ocasión habría que prohibirles que usen caretas, porque sería trampa!

Otro concurso posible podría ser que, aprovechando el auge del coronavirus, elegir al barbijo más original, al más gracioso. Pero con la paranoia que hay, a esta idea mejor proponerla dentro de unos años…

Otra idea posible sería premiar al asistente a los corsos con mayor coeficiente intelectual. Claro, habría que ver cómo hace el joven nerd para que, en medio del bullicio y los desmanes típicos del carnaval, concentrarse para retener datos de física, matemáticas y epistemología ¡No sé por qué tiro esta idea, si yo quedaría descalificado en la primera vuelta!

Para darle un toque de actualidad a este tipo de concursos que reemplazarán a los de Belleza, se podría premiar al Sojero más contento con las nuevas retenciones, el funcionario macrista que más ayudó a destruir el país, ¡y hasta se podría premiar al juez más satisfecho con la quita de jubilaciones de privilegio!

Y, para ir cerrando con esta idea: si hay un final de las jubilaciones de privilegios, es porque de ahora en adelante nadie tendrá coronita… Y si nadie va a tener coronita, ¡¿para qué cornos van a existir los certamen de belleza?!

FIN