La cara oculta de Cosquin – Por Jericles

Hoy nos metemos con el más grande de los Festivales… que no es Lolapalooza, por si hay algún oyente despistado.


El Festival de Cosquin en su versión número sesenta todavía no terminó, pero ya nos dejó un montón de polémicas, como la actuación de Los Tipitos, que provocó el suicidio en cadena de muchos tradicionalistas conservadores, aunque estuvieron más afinados que muchos de los reales folkloristas. Todo eso y mucho más lo vamos a analizar hoy en esta columna.
Por empezar, los activistas están a full en este Festival. “Los de Córdoba”, por ejemplo, tuvieron que sacar de su repertorio “Pateando Sapos”, porque fomenta el maltrato animal. Y las agrupaciones pro-abortistas, para no ser menos, también marcaron agenda, y uno de los temas más escuchados en el escenario fue la “Zamba del pañuelo de color verde”… Y las feministas protestaron por un homenaje al genial acordeonista de la región Hildo Patriarcado.
Y después está el temita del verano: la violencia que hay en los lugares turísticos: Villa Gessell, Mar del Plata… y hasta Cosquín aparece seguido en las páginas de policiales… ¡Hasta hoy sábado en las distintas peñas ya se reportó el asesinato de siete zambas de Yupanqui y cuatro canciones de Jaime Dávalos!
Por otra parte, el país está cada vez más politizado, y la capital del folklore este año no podía permanecer ajeno a ese fenómeno… Y uno lo ve en las nuevas canciones que van apareciendo, todas relacionadas con el mundo de la política: “Alfonsin y el mar”, “Zamba de la Candelaria de la Sota”… “Zamba de mi Espert-Anza”, “Volver a los 17 de Octubre”… La “Zamba de Abrile”… “Tragando sapos cancioneros” y el gran hit del Festival: “El olvidao”, dedicado a Boudou y Milagro Salas.
Y el público es más participativo, tiene más protagonismo en el festival. Por ejemplo, el primer premio de “Espectáculos callejeros”, este año no se lo dieron a un artista, si no a un turista que en la vía pública vomitó dos horas seguidas un locro recalentado que mezcló con sangría tibia.
Soplan nuevos aires en el Festival, no hay ninguna duda…Por eso de a poco, con el recambio generacional, Cosquín se va adaptando a las nuevas tendencias del mundo de la música… Ya es habitual, por ejemplo, ver a Teresa Parodi tirándose sobre el público desde el escenario, o a Los Manseros Santiagueños haciendo sus clásicas chacareras en ritmo de bachata… ¡Un poco más raro y difícil de asimilar fue ver a José Larralde cantando sus canciones de campo con lenguaje inclusivo!
Para el final, y como ya es tradicional cuando hablamos de folklore en esta columna, la rematamos con un aro-aro, si te parece…
“Ayer pasé por tu casa…. Me tiraste con harina….. ¿Es carnaval o indirecta….pa’ que te haga tortas fritas?”