“Hacer periodismo feminista no es fácil y esta sentencia es muy valiosa para nuestro trabajo”

“Hacer periodismo feminista no es fácil y esta sentencia es muy valiosa para nuestro trabajo”, afirmó la periodista Carina Ambrogi, tras el fallo de la Justicia riocuartense que desestimó una demanda del pastor evangélico y ex candidato a intendente de General Deheza, Marcelo Araos.
En diálogo con Póster Central, la periodista afirmó que “fuimos el primer medio feminista en Río Cuarto y la Provincia y hemos recibido muchas presiones y coacción en nuestra trabajo”
“Para quienes ejercemos el periodismo y no estamos acostumbrados a enfrentar procesos judiciales, fue muy difícil desde lo emocional y profesional pasar por esta instancia. Tuve la suerte de tener un acompañamiento en este proceso pero hubo momentos de mucha angustia”, reconoció.
Carina resaltó que “me emocionó cuando la victima de violencia de genero me pidió perdón por esta denuncia”.
“Eso me emocionó mucho y me generó dolor. Yo también tuve la tentación de pedirle disculpas a mis compañeras dela Marea. A ese nivel nos llevan esas situaciones”, subrayó.

Una sentencia con perspectiva de género a favor de la libertad de prensa

Por Carina Ambrogi

En el año 2020 recibí un mensaje de una mujer que como varias otras, me escribió con la urgencia y angustia de transitar un caso de violencia de género sin conseguir ningún progreso con las denuncias que realizaba. En ese momento yo publicaba de manera periódica noticias de este tipo en La Marea Noticias, medio que fundé junto a Romi. Las personas que nos escribían lo hacían con la esperanza de que la visibilización del caso rompiera con la inercia de un sistema que no les daba respuesta. Y a veces era así, por eso los mensajes eran muchos.
Decidí publicar la noticia después de haber hecho las averiguaciones de rigor y comprobar que efectivamente, en un pueblo y con las condiciones que relataba la mujer, el caso merecía ser visibilizado, porque se trataba de una denuncia a un varón que se desempeñaba en la esfera pública y tenía la pretensión política de convertirse en la máxima autoridad del lugar.
Dos años después de haberla publicado, me avisa mi mamá que llego a su casa una citación judicial. Pensé que era una multa, le dije que no le diera importancia.
Cuando la leí, me enteré de que el protagonista de la noticia nos había denunciado por calumnias e injurias, y exigía una suma de dos millones de pesos (era el año 2022) más la retractación en nuestro medio diciendo que la noticia que publicamos era “falsa”. Entre las denunciadas no solamente figuraba yo, estaba mi compañera Romina, en calidad de coordinadora del medio, y mi hermana, quien de casualidad había quedado registrada como titular del dominio cuando lo solicitamos.
Creo que solamente las personas que transitan estos procesos judiciales saben lo que padece el cuerpo. En mi caso y pese a que tuve acompañamiento sicológico, me implicó momentos de angustia y desesperanza, que significaron uno de los motivos por los que decidí dejar de escribir sobre temas de género. Dejar de publicar es una respuesta multicausal, no es sólo por este juicio, es una medida de protección que tomé y que suelen tomar las personas que trabajan con temáticas de este tipo, cuando el padecimiento es más fuerte que las recompensas.
Sostuve en esas condiciones, el letargo del tiempo judicial, que hay que sostener con ese algo clavado en el pecho. Debe ser por todo eso que cuando leí hoy el mensaje mientras caminaba por la calle que decía: LA SENTENCIA SALIO FAVORABLE, me sentí descolocada, y me tuve que sentar.
Si bien era el resultado que esperamos siempre, leer el texto de más de 60 páginas me dio una enorme satisfacción, significó para mi una “recompensa”. Tanto nuestra defensa, a cargo del Dr Ricardo Muñoz, como los argumentos presentados por la Jueza María Laura Luque Videla , muestran una clara convicción de sostener y valorizar los avances conquistados en materia de género durante estos últimos años. El fallo rescata que el pedido realizado por la parte actuante implica censura previa, ya que la noticia no era “falsa”, entre tantos otros argumentos que expondremos oportunamente.
Esta sentencia refuerza la convicción que siempre tuve, ejercí mi profesión con la intención de contribuir a romper con los pactos patriarcales de silencio en casos de denuncias por violencia de género. Esos pactos que siguen muy presentes en nuestra ciudad a donde lamentablemente, y me consta porque son muchos los llamados a los que no pude darles respuesta periodística, hay procesos judiciales contra profesionales que quedaron cajoneados sin que nadie se entere.
Dicen que lo que no te mata te fortalece, y sepan que me siento así, hoy se que fui un aporte para la mujer que me llamó aquella vez. Que este juicio lejos de ser un capítulo triste de mi vida lo voy a poner en recuadro entre los conquistas más relucientes de mi profesión, porque los que me denunciaron me permitieron estar en ese podio de las periodistas que por su compromiso, pagan la factura. Gracias.
Espero que esta sentencia anime a muchas periodistas a continuar en el camino de un periodismo que rompa silencios y que acompañe desde la plena convicción de que el patriarcado se cae cuando desde todos los lugares nos comprometamos al cambio.
Y ahora que lo puedo decir, quiero agradecer a mi compañero Pablo, que fue mi sostén en todos los sentidos, en todo este proceso.
A mis testigos, Loli Boschero, Caro Tealdi, Fernanda Oviedo y Rosa Catana, gracias por el compromiso y sororidad de defender en una instancia tan incómoda.
Al Dr Ricardo Muñoz, porque tuvo una humanidad que en estos casos es verdaderamente necesaria.
A mis compañeras de La Marea Noticia, que se comieron el garrón, pero no aflojaron.
Y al CISPREN que nos apoyó desde el inicio.
Deseo que todas las personas que ejercen periodismo feminista tengan el enorme privilegio que tuve yo, de tener los recursos económicos y amorosos para pasarla cuando te caen encima.
Deseo que cada vez sean menos las personas que mandan mensajes salvavidas a periodistas.
Deseo que estas noticias positivas para quienes estamos de este lado de la vereda nos traigan aire fresco, en medio de tanta tormenta.
Párrafo aparte para la justicia poética del universo: esta sentencia salio dos días antes del 8M.