El punto de partida

Por Pablo Callejón Periodista

“Las internas se ganan con movilización”, aseguró un referente de la militancia radical conocedor del armado de la logística que volverá a protagonizar este domingo. El primer sondeo sobre cuál puede ser el resultado surge de la cantidad de remises y taxis contratados en la previa a la elección. “Ahí se miden los porotos”, advirtió otro dirigente a cargo de disputar la batalla para asegurarse el mayor número de choferes a disposición. El operativo trasciende al propio radicalismo. Así operan las internas de cualquier partido. Sin embargo, el contexto político y social les exige un esfuerzo mayor en medio de una compleja trama de adversidades. Las urgencias económicas de una mayoría de los riocuartenses, la apatía al debate político de la rosca partidaria, una secuencia de derrotas que debilitaron la marca de Juntos por el Cambio en la Provincia y la Nación, y la dispersión sobre el interés por una elección desarrollada en el medio de la definición presidencial, obligan a las estructuras a un esfuerzo adicional para “llevar a los votantes a las escuelas y regresarlos a sus hogares”.
En 2016, con cinco candidatos en pugna, participaron unas 12 mil personas. Eduardo Yuni superó a Gabriel Abrile, Miguel Besso, Eduardo Scoppa y Claudio Miranda. El resultado derivó en la peor derrota en la historia del radicalismo y el arribo de Juan Manuel Llamosas al Palacio de Mójica. Tres años después, Abrile volvió a presentarse y logró vencer a Gonzalo Luján. Esta vez, participaron casi 8 mil riocuartenses. En aquella instancia, el médico terapista corrió con el caballo del comisario al reunir los respaldos de los históricos y la subordinación de la dirigencia “en la calle”. Aunque este domingo están habilitados para votar más de 100 mil personas, los más optimistas esperan “igualar o superar” el número del 2019. El objetivo para cada precandidato implicaría movilizar “al menos, unas tres mil personas” para alcanzar el triunfo en una competencia que anticipan como “muy pareja”.
La convocatoria de un poderoso empresario riocuartense a los pre candidatos para evitar la interna y ratificar al presunto “aspirante natural”, pareció debilitar la estrategia electoral de Abrile. El ex secretario de Salud durante el gobierno de Juan Jure quedó etiquetado como la figura del establihsment empresario. En su entorno aseguran que “todas las encuestas lo muestran como el referente opositor con mayor adhesión de votos” y se preguntan si es posible trasladar ese presunto liderazgo en los sondeos al complejo y particular escenario de una interna. El discurso en campaña de Abrile no buscó focalizarse en una batería de propuestas, sino en la representación del cambio, un concepto que hoy aparece devaluado en el país ante la irrupción del enojo libertario y la amenaza de la motosierra.
El contador Gonzalo Luján optó por mostrarse desde un perfil analítico de la ciudad, a la que decidió diagnosticar con relevamientos y datos estadísticos desde hace 4 años. El objetivo fue revelarse como un candidato “preparado y confiable”. Luján presentó en cada entrevista y acto político un despliegue de cifras acompañadas por propuestas generales sobre posibles soluciones. El foco estuvo en la inseguridad y el hastag de #vivamostranquilos que buscó dar respuesta “a la principal preocupación de los riocuartenses”. A diferencia de la interna anterior, donde logró un importante caudal de votos pero no pudo romper con la fortaleza de la estructura, Luján apostó a militar la jornada del domingo y sumar su propia base de movilización. Tras la denuncia periodística que lo vincularía con la compra de un centro médico en Laboulaye y su presunta influencia para que el PAMI le quite miles de cápitas a una clínica “rival”, el pre candidato publicó un video en sus redes sociales, para el cierre de la campaña, donde intentó una descalificación de las acusaciones a las que vinculó con “la vieja política”. En la misma publicación aseguró que ganará el domingo. y prometió abordar el tema “a partir del lunes”.
Los dirigentes que acompañan a Gonzalo Parodi aseguran que se trata de “la elección de nuestras vidas”. Son, en su mayoría, militantes que nacieron en Franja Morada, se consolidaron a través de 30 de Octubre y hoy son parte de Evolución, la agrupación liderada por Martín Losteau, Rodrigo De Loredo y el gobernador electo de Santa Fe, Maximiliano Pullaro. Parodi buscó sortear un rol medido y sin estridencias desde la bancada legislativa para intensificar posicionamientos críticos en temas sensibles como la inseguridad, el narcotráfico y la desigualdad social. Para el “Pampa” – así lo apodan por ser oriundo de Quetrequen- significa la oportunidad de dejar de trabajar las campañas de otros, para asumir un rol más protagónico. Sin recaer en tecnicismos, Parodi intentó golpes discursivos más directos y una construcción de cambio generacional que ahora deberá conectar con la voluntad de las urnas.
En el peronismo no pasa inadvertida la interna del domingo. No da lo mismo quien resulte ganador, aunque niegan que puedan movilizar para interferir en los resultados. En el gobierno de Juan Manuel Llamosas manejan sus propios sondeos y buscan empezar a gestar un candidato para la continuidad del actual modelo de gestión. Agustín Calleri estaría cada vez más cerca de volver a las estructuras de La Miltante y la conducción política de Adriana Nazario. SI la ex ministra provincial resuelve ir por la intendencia, Calleri desestimaría disputar la aspiración personal de quien fue la pareja de su mentor político, el ex gobernador José Manuel De la Sota. Sin un candidato natural, el nuevo contexto promueve en el Palacio de Mójica el impulso del nuevo secretario de Gobierno Guillermo De Rivas. La frase que repiten en forma insistente es la de evitar una interna y buscar un nombre de consenso que unifique todas las voluntades del Justicialismo. Llamosas aspira dejar el poder en manos de un sucesor de su propio partido y comenzar la aventura legislativa en Córdoba sin la pesada carga de una derrota en su propio bastión.
“Para nosotros este fin de semana empieza la campaña por la Municipalidad, necesitamos anticiparnos y poner nuestro candidato rápidamente”, sostuvo el presidente del Circuito Centro del radicalismo, Gonzalo Losada. La posibilidad de que Patricia Bullrich ni siquiera acceda al balotaje presidencial, dejaría a Juntos por el Cambio inmerso en un vacio de liderazgos y sin ninguna credencial por ostentar de cara a las municipales. Un complejo desafío para la principal fuerza opositora que ambiciona lograr un deja vu de la hegemonía que presumió durante más de tres décadas, mientras busca al referente que pueda eludir un nuevo traspié electoral.