Andruet, sobre la condena a Becker: “En 37 años en el Poder Judicial nunca vi un caso tan atroz”

“En 37 años en el Poder Judicial nunca vi una situación de esta naturaleza. En la mesa de debate se reprodujeron los videos y realmente fue atroz. Es un hecho tan perverso sobre una niña de 9 años”, afirmó el juez de la Cámara Primera del Crimen, Emilio Andruet, tras condenar a 18 años de prisión a al profesor de artes marciales riocuartense Federico Becker, acusado de abusar de una niña de 10 años y grabar videos de los aberrantes hechos.

En diálogo con Póster Central, Andruet precisó que “son hechos ocurridos entre 2019 y 2021 por parte de un sujeto que se encargaba de enseñar artes marciales”
“En ese ámbito copto algunas alumnas, generó confianza en ellas y en los padres. Más allá de las clases que les daba les entregaba regalos como notebook o juguetes y las llevaba a comer a McDonalds. En el juicio se probó un hecho pero surgió la posibilidad de que otra menor haya sido víctima, por lo que ordené que se inicie una investigación”, precisó.
Andruet resaltó que “este sujeto llevaba a las niñas a su departamento en calle Buenos Aires, donde las desnudaba y abusaba de ellas”
“No solo eran los abusos, sino que filmaba lo que hacía. Por lo general, en este tipo de hechos las pruebas son endebles. Y en este caso, fueron contundentes. La causa comenzó con una denuncia anónima de una persona que entregó un pendrive con los videos de abusos. La fiscalía pudo determinar lo que sucedía”, precisó.
Y agregó: “Muchas veces la niña se quedaba a dormir por la confianza que había generado el imputado con los padres. Incluso, les daba ayuda económica”
“He dispuesto que se investigue lo que sucedió con esos videos. En muchas computadoras secuestradas se sacaron extractos de que este sujeto observaba videos de abusos de menores. En el debate surgió la posibilidad del abuso a otra niña. La madre declaró en el juicio y surgen elementos que nos hacen sospechar de esta situación”, indicó.
Al ser consultado sobre la eventual recuperación del abusador tras recuperar la libertad, Andruet dijo que “un 20 por ciento de quienes son condenados se recuperan, no lo digo en particular por este caso, sino general”
“Por eso, es común la reincidencia de este tipo de delitos de violencia sexual. El Registro de Abusadores Sexuales permite contar con los datos genéticos. Si ocurre un abuso puede ser fundamental cotejar el ADN con la base que incorpora a quienes fueron condenados”, manifestó.   

Tratamiento psicológico

El magistrado dispuso, además, un tratamiento psicológico para el acusado y exigió “oficiar al Registro de Personas Condenadas por delitos contra la integridad sexual a los fines de que se practique la inscripción prevista”
Becker estaba imputado de “abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores ambos agravados por la calidad de encargado de la educación y guarda de la víctima”. Además, fue acusado de “producción de imágenes pornográficas donde se exhiben menores de menos de 13 años de edad, en concurso real -primer hecho-, y tenencia de imágenes pornográficas donde se exhiben menores de menos de 13 años de edad -segundo hecho-“.
La fiscal de Cámara Laura Huberman había había solicitado 15 años de prisión durante los alegatos. La querella elevó la solicitud a 17 años y el juez Andruet resolvió imponer una pena aún mayor.

La acusación

Según surge de la acusación de abuso sexualmente gravemente ultrajante que le impuso el fiscal de Instrucción Daniel Miralles, el profesor habría abusado de la víctima en su departamento, durante “un sinnúmero de oportunidades”, en un plazo superior a un año. Además, habría registrado con un teléfono celular videos de los aberrantes hechos.
El fiscal precisó que fueron hallados en el interior del inmueble diferentes soportes informáticos que contenían múltiples registros de abuso sexual infantil.
La investigación surgió a través de un agente policial de la división Investigaciones, quien recibió de parte de una mujer un pendrive que contenía uno de los registros fílmicos de los abusos denunciados. La testigo evitó dar su nombre, pero aportó información clave para iniciar la causa.
Al observar el contenido del video, se habrían podido precisar el lugar del hecho, la identidad de la víctima y la responsabilidad material del autor. Aunque el abusador no mostró su rostro, los investigadores lograron identificar su voz.
Durante varios operativos, efectivos policiales de civil realizaron seguimientos del sospechoso para probar la denuncia que derivó en los allanamientos y la detención.
Para el fiscal, la totalidad de los medios de prueba descriptos y analizados conforme los postulados rectores de la “sana crítica racional” permiten conformar –en cantidad y calidad- un cuadro por demás cargoso en contra del imputado, quien al momento de ejercer su defensa material simplemente se limitó a negar los hechos y se abstuvo de continuar prestando declaración, no aportando tampoco pruebas ni testigo alguno que permitan desvirtuar la postura acusatoria de esta instrucción; existiendo sí, en cambio, elementos probatorios que condujeron claramente a este Ministerio a sostener las hipótesis totalmente incriminatoria o inculpante en contra del imputado”