El falso médico podría enfrentar una pena de hasta 25 años con la nueva imputación

El fiscal Pablo Jávega confirmó que “las imputaciones que se añadieron a la situación de Ignacio Martín son las de homicidio simple por dolo eventual”.
El funcionario judicial resaltó que la acusación contra el falso médico del COE prevé una escala que va desde los 8 a los 25 años de prisión.
“Todavía no hay fecha para la indagatoria. Hay que escuchar que tiene para decir sobre esto el imputado”, indicó.
Y agregó: “El abogado defensor ha solicitado la prisión preventiva. La nueva situación tiene un impacto en la situación procesal pero hay que esperar a analizar el cuadro de prueba”

Imputación

Javega imputó de homicidio simple al médico trucho del COE, Ignacio Martín, acusado por la muerte de un paciente durante el periodo en el que se desempeñó en el organismo a cargo del control de la pandemia.
“Se decidió ampliar el elenco de delitos que se le enrostran, en esta ocasión, en virtud de haberse recopilado elementos de prueba que enervan motivos bastantes para sospechar la participación del citado imputado, en un hecho de homicidio simple por dolo eventual, y en un restante hecho encuadrable como lesiones graves”, informaron desde la Fiscalía General.
Añadieron que, “en los próximos días se fijará fecha de audiencia para receptarle declaración por tales ilícitos, una vez que las actuaciones retornen del Juzgado de Control, donde se encuentran a la data por encontrarse pendiente de análisis un pedido defensivo”.
Ignacio Martín fue arrestado en su casa de Córdoba el 4 de febrero. Encontraron en el lugar un maletín médico, un bolso del COE, muchos remedios, chaquetillas y una planta de marihuana.
A partir de allí, una catarata de hechos han salido a la luz. Alyssa Goncalves, la verdadera dueña de la matrícula que usaba Martín presentó una denuncia en el Consejo de Médicos. Teme que con su matrícula Martín pudiese haber realizado alguna mala praxis o haya prescripto recetas que causen en pacientes efectos adversos.
Alyssa pareció advertir con rapidez la cantidad de denuncias y acusaciones que se sucederían:
En el ex EDECOM, Lucas Gil (director por la oposición) y José Cendoya (síndico por la oposición) realizaron un pedido de informes debido a que Martín estuvo prestando servicios en el ente. La respuesta brindada por Marcia Soler indica que trabajó los días 19 y 26 de noviembre en el Centro de Gestión Municipal de Banda Norte, atendiendo a 43 personas el primer día y a 46 el segundo.
Minutos más tardes los funcionarios del municipio saldrían a aclarar que dichas certificaciones no son válidas porque esta persona no está habilitada para ejercer ciencias de la salud, y que citarían a todas las personas cuyos carnets habilitó para que hagan nuevamente el trámite.
La primera denuncia penal que llegó a tribunales fue de la mano del abogado Mateo Abrile, quien en su presentación cuenta lo siguiente: El 13 de noviembre un joven de 29 años se despertó con una dolencia. Llaman a su médico de cabecera quien indica que –como estaban aislados por ser contactos estrechos de un positivo de Covid- tienen que llamar al COE.
Llegó para atenderlo Ignacio Martín, la familia nota nerviosismo mientras atendía, hizo hacer reanimación a un familiar y pidió llamar al 107. Esa ambulancia llegó con un médico, una enfermera y equipamiento. Lo atendieron pero no pudieron salvarlo. En total pasó más de una hora.
Abrile señala que si bien la fiscalía determinará los cargos, entiende que se trata de un homicidio y no de mala praxis porque no es médico. La denuncia es contra Martín y toda persona responsable de enviar a Martín a cumplir esas funciones.
Otro caso que sabemos hoy es el que relata María Fernández: el día 6 de octubre su mamá de 84 años falleció después de ser atendida por Martín, quien la canalizó para ponerle suero, la medicó y derivó a una clínica donde finalmente perdió la vida.
La anciana se descompensó cuando estaba velando a su marido. Llego una ambulancia del COE, Martín bajó un maletín, sacó ampollas, y comenzó a darle medicación. Se le reventaban todas las venas y el falso médico continuaba con su accionar mientras pedía disculpas. Decidió entonces derivar a la paciente a una clínica. Al llegar le dijo a María: “Hasta acá llegué, más no puedo hacer”.
El abogado de la familia, Oscar Pressacco confirmó que presentarán la denuncia pertinente en tribunales el próximo miércoles 17 de febrero.
Un tercer caso que se conoció fue el de Daniel, un señor que tenía problemas cardíacos, fue Martín a atenderlo en su domicilio, la cambió la medicación previamente indicada por un profesional y le diagnosticó coronavirus.
Con el paso de los días, Daniel consultó con otros médicos y todos notaron que era raro que le hubiesen cambiado la medicación. Finalmente se corroboró que no era positivo de Covid-19 sino que padecía una insuficiencia cardíaca.
Una cuarta circunstancia ha tomado ya conocimiento público y tiene que ver con la indicación para fumar marihuana. Sebastián Moyano fue diagnosticado con coronavirus en septiembre. Cuando transitaba la enfermedad, comenzó a faltarle el aire y no podía respirar. Llamó al 0800 del COE y como respuesta Ignacio Martín golpeó a su puerta. Le aplicó una inyección y le dejó su número de WhatsApp.
El paciente volvió a repetir los síntomas y le escribió. La respuesta indicaba que tomara “Alplax, Clonazepam o un porro para que pudiera respirar mejor”.
Sebastián le contestó que no se quería morir con el humo, que se le cerraran más los pulmones, entonces Martín redobló la recomendación: “fumá tranquilo que eso al pulmón lo lubrica, lo fortalece, vas a respirar mejor”.