Los Guzmán, los millonarios que viven pobres: “La herencia de Manubens Calvet es solo maldita para los humildes”

Juan Carlos Guzmán recibe una pensión de apenas 15 mil pesos. Es el único ingreso formal. El resto, depende de las changas. Junto a su esposa sobreviven en una pequeña vivienda en calle Liniers. La misma casa que habitaban hace más de 10 años, cuando un examen de ADN confirmó que don Guzmán tenían un 99,9 por ciento de rastros genéticos de Manubens Calvet. Creyeron que eran millonarios, pero siguen siendo pobres.
Tras el acuerdo del reparto de la herencia después de décadas de litigio judicial, el juez determinó que Juan Carlos, su hermana de 80 años y los cuatro hijos de su hermano fallecido, debían recibir algo más de 650 mil dólares entre dinero en efectivo, hectáreas de campo y una casa. Sin embargo, tres herederos se oponen y la situación podría derivar en un nuevo proceso judicial, según relató Guzmán a Póster Central.
“Nos ofrecieron una hijuela de  más de 650 mil dólares. Había hectáreas de un campo, una casa y más de 56 mil dólares. El juez no nos incluyó en el reparto mayor, pero dejó aparte este dinero y nosotros aceptamos. Ahora se cayó todo y quieren un juicio nuevo. Yo no quiero eso, quiero que respeten esto. Se iba a firmar en marzo y otra vez estamos acá”, advirtió.
Don Guzmán señaló que “hay 3 herederos de Manubens Calvet que no quieren firmar este acuerdo”.
“El riesgo es que tenemos que hacerles un nuevo juicio. El propio juez había pedido que se respete esto para los Guzmán. Los abogados ya han cobrado y a mi me quieren dar mil dólares. No acepto eso, no quiero esa plata, es una burla. Estamos perdiendo plata. Si un nuevo juicio tarda 10 años no estamos más  nosotros. Mi hermano ya murió, hemos quedado dos. Mi hermana tiene 80 años. Están esperando que partamos todos”, lamentó.
Y añadió: “Ya no le creo a nadie, ni a la abogada, ni a nadie. ¿Si el juez ya tomó una decisión por qué seguimos con esto? ¿No hay Justicia?”
“Estos 650 mil dólares se tendrían que repartir entre mi hermana, yo y mis 4 sobrinos. Yo estoy jubilado y cobró 15 mil pesos por mes. Vivo en la misma casita humilde, con changas. No vivimos bien, pero tampoco vivimos mal. Parece que mi ADN vale menos que el resto”, subrayó.
Guzmán advirtió: “Yo tengo un 99,9 por ciento de sangre Manubens. A un tipo sin el ADN le dan 7 millones de dólares para que no trabe el juicio y yo sigo acá. Esto está todo arreglado, está clarito esto. Esta herencia es maldita solo para los más humildes, los otros están tapados en plata. Al paso que vamos solo vamos a recibir una hoja en blanco”

La herencia que debían recibir los Guzmán.

La fortuna que dejó el terrateniente y político cordobés Juan Feliciano Manubens Calvet (1904-1981) se convirtió en una de las más codiciadas de la Argentina. El valor de sus campos, estancias y propiedades desparramadas por cuatro provincias fue calculado, con cotizaciones de 2017, en 225 millones de dólares. 40 años después de su muerte, la herencia se comenzó a repartir.
Manubens Calvet fue dirigente del radicalismo cordobés, diputado provincial y dos veces intendente de Villa Dolores. Impulsó la construcción del dique La Viña, con el que cambió la historia del Valle de Traslasierra. Nunca se casó. Nunca reconoció descendencia, al menos en público.
Si eso era cierto, se complicaba la sucesión, discutida desde 1981. Manubens Calvet tenía cinco hermanos: Herminia Manubens de Medina, Dolores Antonia Manubens de Hormaeche, Reginaldo Félix Manubens Calvet, José Carlos Manubens Calvet y Ramón Carlos Manubens Calvet. Pero habían muerto, así que la herencia pasaba a sus hijos y a sus nietos, es decir, los sobrinos y sobrinos nietos del millonario.