Paola es enfermera, se contagió, perdió a su padre y sigue luchando: “Lo vi sufrir y no pude despedirlo”

Su padre siempre le pidió que luchara por los otros. Aquel mandato permitió que Paola Rosales volviera a colocarse su batón de enfermera y regresara al trabajo en medio del crecimiento de casos de Covid. Es asmática y estuvo grave por un contagio en septiembre del año pasado. A los pocos días perdió a su papá por la enfermedad. El dolor le cambió la vida pero no su pasión por la enfermería.
“Mi papá se internó por un problema cardíaco en plena pandemia y se contagió de Coronavirus. No pudo resistirlo y murió. Soy enfermera y estuve en el sector Covid en el inicio de la pandemia, hasta que me contagié. Yo me había aislado, no compartía nada con mis viejos. Ni siquiera cenaba con ellos porque quería protegerlos. Mis papás estaban muy preocupados porque soy asmática. Pero sabían también que nunca iba a dejar esto”, relató a Póster Central.
Luego, recordó: “Yo me contagié a fines de septiembre. Estuve bastante complicada los primeros días. No recuerdo nada de aquel primer momento. Por mi asma, se me complicaron los bronquios y estuve delicada. Tengo secuelas cardíacas y estuve mucho tiempo internada. Haber estado enfermedad me dejó secuelas físicas y psicológicas. Hace 6 meses que me contagié y todavía no pude ordenar mis horas de sueño. Además, tengo una frecuencia cardíaca disminuida”.
“Fue muy difícil todo. Yo sé lo que mi papá vivió porque se lo que viven los pacientes con Covid. Yo veía atrás de la ventana como sufrían. Me hizo replantear muchas cosas. Lo que pasó no me hizo dar marcha atrás Desde chica quise ser enfermedad y quería volver, mis viejos siempre me enseñaron que hay que luchar por los otros”, subrayó.
Y agregó: “Mi papá estuvo 25 días en aislamiento. Solo estábamos en contacto a través de videollamadas. No pudimos velarlo, ni verlo, ni acompañarlo al cementerio. Solo firmamos papeles y luego, nos dieron las cenizas”.
“Mi papá se esforzaba muchísimo y nos decía que estaría todo bien. El no sabía que yo también estuve internada. El viejo se entregó un viernes y falleció un martes a la mañana. Tengo miedo de volver a contagiarme porque se que la pase muy mal y por el riesgo de mi mamá. Pero, al mismo tiempo, no tengo miedo cuando voy a trabajar. Es una contradicción, pero así lo siento”, enfatizó.
Paola, quien está vacunada de ambas dosis, busca generar conciencia a partir de lo vivido: “Cuando escucho a gente que sabe que tuvo contacto con alguien con Covid e igual se fue a cenar me da mucho rechazo por la sociedad. Tienen que tomar conciencia. Solo se dan cuenta cuando le pasa algo grave a ellos o un familiar. A veces somos muy egoístas, pensamos que nunca nos va a tocar. Y cuando sucede, no hay arrepentimiento que te devuelva la persona”.