Cattana: “Si ha cometido este crimen es grave, pero si no lo ha cometido y está detenido, es gravísimo”

“Las pruebas que tienen son incoherentes y me quieren acusar por algo que no hice” afirmó a Así son las cosas en la radio, Guillermo Arias, el peón rural acusado junto a su primo de 14 años del brutal crimen del padre Jorge Coqui Vaudagna, en Vicuña Mackenna. La víctima presentaba golpes en el rostro con algún elemento contundente y fue asesinado de dos balazos en la zona superior del tórax, según surge del resultado de la autopsia.
Tras el testimonio, el padre Edgar Cattana, amigo de Vaudagna y compañero de Diócesis, afirmó a Póster Central que: “Si ha cometido este crimen es grave, pero si no lo ha cometido y está detenido, es gravísimo”
“Uno siempre tiene que confiar en la Justicia. Este caso se habría esclarecido rápido, pero no he leído el expediente. Escuchaba a este joven detenido y hemos rezado por él”, señaló.
Cattana señaló que “existen estrategias defensivas para ocultar los hechos, lo se por qué he visitado mucho en la Cárcel”
“Si Juan Pablo Segundo abrazó al hombre que le pegó un tiro, nosotros no podemos hacer otra cosa. Si es inocente, queremos ayudar a que se conozca la verdad. Por supuesto, me gustaría hablar con este joven”, enfatizó.
El párroco recordó que la noche del crimen le avisaron “que habían asesinado al Coqui para robarle y a la madrugada ya se hablaba de este pibe como el autor”

En frases:

  • “Voy a comprar cigarrillos al kiosco a dos cuadras de la iglesia. Voy en moto y paro antes de ir a trabajar al campo a las 9:40”.
  • “Salgo del kiosco y me dirijo al campo donde trabajo. Cruzo al tambo sur a pie porque se me rompió la moto junto con mi cuñadito de 14 años. A todo esto mi hermana me llama y me avisa que habían matado al padre Coqui”.
  • “Al otro día aparece la policía en mi casa y me detienen. Yo no sabía por qué era, me traen a Río Cuarto y me informan que soy el acusado de matar al padre. Me dicen que es por la cercanía del horario y porque se vio a dos personas corriendo para el lado del tambo”.
  • “Se bien que esto fue armado por la Policía de Mackenna. Un testigo cambio su testimonio. El señor Alejandro Taranilla difundió que fui yo quien asesino al padre”.
  • “Las pruebas directas van a estar a mi favor. Leí el expediente y dice que al hombre lo han atacado y le han pegado en la cara. La policía tiene el arma y reclamó las pruebas. yo pido que se investigue al señor Taranilla”.
  • “No tengo ni un antecedente. Me han detenido por el tema de las motos y por las infracciones de tránsito pero nunca en algo relacionado a esto. Soy un trabajador desde el momento que dejé la escuela”.
  • “Sé que la gente tiene miedo de hablar de la policía de Mackenna pero les pido que me ayuden porque me quieren dar 35 años de cárcel, me arruinan la vida. Mi hermana contacta a las personas por Facebook pero nadie quiere declarar por miedo“.
  • “Creo que la policía cerró el caso y no busca mas al verdadero responsable. Tengo miedo que sigan armando todo sobre mí y tengo mucho temor que me den cadena perpetua. En ningún momento me resistí, no entendía que estaba pasando y yo le di todo lo que me pidieron”.
  • “Saben que hay algo raro, la gente me conoce en Mackenna y saben que no robo y que no ando en nada raro. Tengo a mis patrones que pueden decir lo mismo pero la gente no quiere hablar y les pido que me ayuden a resolver el caso”.
  • “Mi cuñado tiene 14 años. Me acompañaba al tambo porque quería aprender para trabajar. Pido ayuda también por él que está bajo la tutela de la SENAF y de la madre que lo están custodiando”.

El hecho

El párroco Jorge Vaudagna fue asesinado el pasado 28 de octubre tras un presunto intento de asalto. Fue ultimado a balazos cuando se hallaba en el salón trasero de la Iglesia.
Los sujetos habían aguardado el regreso del cura que venía de realizar la misa vía online. Los vecinos escucharon gritos antes de los disparos.
Vaudagna, de 58 años, era oriundo de la localidad de Sampacho y tenía una dilatada trayectoria como sacerdote en la región.
Alejandro Fernández, periodista de Mackenna, confirmó a Póster Central que un vecino observó a los delincuentes cuando huían. Se trataría de dos sujetos que balearon a Vaudagna en el salón detrás de la Iglesia, sobre la calle 9 de julio.