Las claves para saber si sos muy malo jugando al fútbol(Basado en hechos reales)

Por Jericles Elder García Humillación número

1) Cuando se eligen jugadores para jugar un picado (pan y queso, la pisadita…), vos siempre quedás para el último.

1) Sacás patente de tronco si durante los 90 minutos de juego, o lo que dure un partido… ¡sólo te pasaron la pelota ¡tres veces!

2) No estabas tocado por la varita mágica si en tu larga trayectoria como jugador amateur, el mejor elogio que recibiste es que sos un “entusiasta” del fútbol.

3) Otra prueba más de que no eras un elegido: Te ponen en el “once” titular porque una de las figuras todavía no llegó y no les queda otro remedio. Ese jugador llega cuando van tres minutos de juego, ¡e inmediatamente te sacan y hacen el cambio! (esto me pasó con un amigo nuestro, también periodista)

4) Otra más: Cuando eras chico, en los picados en la canchita siempre ibas al arco, y no precisamente porque eras un clon del Pato Fillol… ¡Era el lugar donde tus torpezas se notaban menos!Humillación número

5: Cómo saber si sos malo: Si sos suplente, y te ponen faltando dos minutos y con tu equipo perdiendo cinco a cero.(Para no ser suplentes, con mi hermano teníamos una estrategia infalible: mi vieja era la encargada de lavar las camisetas, así que cuando llegábamos al vestuario, y hacíamos la repartija de casacas, la número “2” de mi hermano y la “7” mía ya las traíamos puestas de casa.).5) Infalible para comprobar tus escasas condiciones: Si sos titular, siempre-siempre sos el primer cambio.

6) Otra prueba de tu notoria incapacidad futbolera: En tus treinta años transitando canchas de fútbol, jamás metiste el gol del triunfo, ni salvaste un gol rival sobre la hora, ni metiste un penal definitorio. (¡jamás una acción que motivara el abrazo de tus compañeros!)Humillante bulling número 7: Sos delantero y un jugador rival le dice al encargado de marcarte: “¡Dejalo, que ese se marca solo!”

7) Y para terminar con nuestra serie de humillaciones dentro de un campo de juego, va este ejemplo, también autobiogáfico: Tu equipo va ganando un partido chivo, te tirás al piso para hacer tiempo… ¡Y tu director técnico aprovecha para sacarte! ¡Le acabás de dar la excusa perfecta!

En fin… Ya sé que no es bueno echar sal en las heridas, ni reflotar tu oscuro pasado futbolero, pero para todos aquellos que sufrimos a la hora de ser elegidos en un picado, va este texto de Alejandro Dolina, de Las crónicas del ángel gris:Instrucciones para elegir en un picado Cuando un grupo de amigos no enrolados en ningún equipo se reúnen para jugar, tiene lugar una emocionante ceremonia destinada a establecer quienes integraran los dos bandos.Generalmente, dos jugadores se enfrentan en un sorteo o pisada y luego cada uno de ellos elige alternadamente a sus futuros compañeros. Se supone que los más diestros serán elegidos en los primeros turnos, quedando para el final los troncos. Pocos han reparado en el contenido dramático de estos lances. El hombre que está esperando ser elegido vive una situación que rara vez se da en la vida. Sabrá de un modo brutal y exacto en que medida lo aceptan o lo rechazan. Sin eufemismos, conocerá su verdadera posición en el grupo. A lo largo de los años, muchos futbolistas advertirán su decadencia, conforme a su elección sea cada vez más demorada.Me gustaComentarCompartir