
Es ahora
Por Pablo Callejón (*)
Ahora que cierran organismos por casos positivos o sospechosos.
Ahora que no abren comercios y supermercados por contagios de empleados.
Ahora que hay algún conocido familiar o amigo enfermo.
Ahora que los casos llegaron por montones.
Ahora que sabemos lo necesario de sumar camas y respiradores para enfrentar una pandemia mundial con un sistema de salud que sobrevivía entre algodones.
Ahora que vimos que no hay controles absolutos ni blindajes contra el virus.
Ahora que podemos entender por qué fue tan importante la cuarentena temprana.
Ahora que podemos advertir la prioridad de la salud.
Ahora que la salud no puede ser solo para quienes pagan una obra social.
Ahora que sabemos los costos de no vacunar, degradar presupuestos y desvalorizar el trabajo científico.
Ahora que no alcanzan los hisopados y análisis.
Ahora que no hay test para todos.
Ahora que deben aguardar días los pacientes para saber si están infectados.
Ahora que se requiere de más lugares para diagnosticar.
Ahora que los voceros anticuarentena exigen controles y testeos después de invitar a la libertad del contagio y el ninguneo de la enfermedad.
Ahora que enfermeras y enfermeros, médicos y médicas, camilleros y personal de limpieza se desploman agotados y con miedo.
Ahora que sabemos que ganan poco, que asumen demasiados riesgos, que algunos mueren.
Ahora que las emociones le ganan a la razón.
Ahora que todavía estamos vivos.
Ahora podemos ponernos a prueba.
Es ahora.
También te puede interesar

El fuego no da tregua: Más de 600 evacuados en Capilla del Monte
25 agosto, 2020
Un festival de arte, cultura y rock busca recuperar un espacio de encuentro y memoria
24 febrero, 2025