
Salidas de personas con discapacidad: “Si nos asaltan, ¿es culpa nuestra?”
Desde la Asociación Civil Identidades para Personas con Discapacidades Múltiples cuestionaron las recomendaciones del municipio para el desarrollo de salidas terapéuticas en medio de la cuarentena y ratificaron el pedido por un corredor sanitario seguro.
Las sugerencias oficiales surgieron tras el violento asalto a un niño con autismo y la profesional que lo acompañaba.
“Estábamos esperando este comunicado, la verdad, con otra expectativa, con más empatía quizás. Sobre todo, porque lo generan expertos, como nos anticiparon. Hace unos días, un estudiante y su acompañante fueron asaltados durante su salida y las primeras consultas fueron si el río estaba realmente cerca de su casa y si llevaban sus papeles”, señalaron.
Comunicado completo
Estábamos esperando este comunicado, la verdad, con otra expectativa, con más empatía quizás. Sobre todo, porque lo generan expertos, como nos anticiparon.
Las salidas de las personas en situación de discapacidad es una necesidad, aunque a algunos les cueste entender. Niños, jóvenes y adultos requieren de rutinas diversas para mantener su estabilidad emocional, su ritmo energético y su equilibrio anímico. Es por ello, que las salidas son parte de un proceso terapéutico necesario.
Hace unos días, un estudiante y su acompañante fueron asaltados durante su salida y las primeras consultas fueron si el río estaba realmente cerca de su casa y si llevaban sus papeles.
Ahora, cuando leemos el comunicado sobre los requisitos, pensamos que esto tiene diferentes perspectivas y no todas en el mismo sentido.
No poder llevar ni siquiera una riñonera nos hace pensar en: ¿cómo trasladamos los permisos y los diferentes certificados que nos solicitan?
Llevar el celular es una condición regular para nuestras salidas, justamente por si debemos responder a una emergencia de las personas que acompañamos, y tampoco podemos hacerlo. Nos preguntamos ¿nos cuidamos? Si nos asaltan, ¿es culpa nuestra porque transitas en esta ciudad con esos elementos? y ¿cuáles son los corredores o espacios donde podemos sentirnos seguros los trabajadores acompañantes y las personas en situación de discapacidad? ¿Cómo se garantiza la seguridad en estas prácticas?
Esperamos este permiso porque realmente era necesario. Nuestros estudiantes están agobiados con el encierro, con episodios de ansiedad y angustia, y, quienes sufrieron episodios de violencia en su salidas, con el estrés postraumático como consecuencia de lo vivido.
Como dicen los papás y las mamás, seguiremos adelante, aprendiendo y no deteniéndonos, pero recordando, poniendo en conocimiento, para quien no lo sabe, que algunas realidades son aún mas adversas en esta época de coronavirus. Y, por ahí, sentirnos cuidados hubiese sido positivo. Seguiremos saliendo, como corresponde por derecho; con los papeles en regla, como siempre se exige; por lugares cercanos, como siempre se plantea; y en tiempos pautados, como debe ser.
Deseamos que también se esté planeando un comunicado sobre cómo se hace gestión para garantizar el cuidado y la seguridad de los que transitan, porque lo necesitamos y porque es un derecho.
Coordinación General: Maary Vazquez Maary Vazquez
Coordinación CET: Susana Maria Bosco Gabriela Lopez Gabriela Lopez Susana Maria Bosco
Coordinación Servicio de Inclusión: Verónica Angelino Verónica Angelino, Flor Felippa Flor Felippa, Julia Perachia Julia Perachia
Coordinación Servicio de Familia: Carolina Fumarco Carolina Fumarco
Su lugar en el mundo
Fausto fue protagonista de uno de los hechos más dolorosos desde el inicio de la cuarentena. Junto a su su acompañante terapéutica fueron víctimas de un violento asalto en la tarde del lunes, cuando realizaban una caminata por el sector del río Cuarto. La actividad está en el marco de la excepción de la cuarentena para personas con discapacidad, dispuesta por el Gobierno Nacional.
El ladrón golpeó a la acompañante, la arrojó junto a Fausto al río y luego huyó. Marita Pedernera, madre del niño, relató que la joven “trató de contener a Fausto ante la agresión”
“Llegó a mi casa descalza, con la remera rota y los dos estaban mojados. Pidieron ayuda a los vecinos y volvieron muy nerviosos. Mi hijo estaba muy alterado”, lamentó.
A pesar del reclamo público ante el municipio y la Policía, aún no ha encontrado respuestas. Su hijo fue víctima de lo que llaman “delitos de oportunidad”. Se trata del accionar rápido de delincuentes que evitan alejarse de los sectores en los que residen y aprovechan la situación vulnerable de las víctimas en el vacío de las calles por el aislamiento social.
“Me parece muy contradictorio por parte del municipio llamar a voluntarios para acompañar a adultos mayores y personas con discapacidad cuando no están garantizadas las medidas de seguridad”, advirtió.
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Un Comentario
Marita Pedernera
Pienso que la discapacidad puede ser vista como categoría social y política. A esta altura creo necesario analizar los procesos históricos donde se dan negociaciones de sentidos y disputas que implican dinámicas de exclusión/inclusión, modelos de sociedad, construcción de valores, definición del rol del estado y las políticas públicas.