Peralta en ANSES: La designación menos esperada y varios capítulos para la polémica

La designación de Darío Peralta en el Anses Río Cuarto resulta difícil de digerir para los sectores políticos que respaldan al gobierno nacional y las entidades gremiales que anticiparon su rechazo. El ex delegado del ministerio de Justicia de la Provincia nunca se alejó totalmente de la función pública y mantuvo un estrecho vínculo con el ex legislador Marcos Farina, alineado políticamente con el senador Carlos Caserio.
Tras la asunción del kirchnerista Fernando Bossio en el PAMI -un referente cercano a la diputada Gabriela Estevez-, el reparto de cargos hacía presumir que Caserio podría disponer de la conducción en el ANSES.
Cuatro meses después de la asunción de Alberto Fernández y en medio de la cuarentena que obligó a profundizar la tarea del organismo en la asistencia social, Peralta irrumpió como un baldazo de agua fría para los kirchneristas y albertistas de la ciudad.
El abogado riocuartense había sido apartado como delegado del Ministerio de Justicia luego de la publicación de diario Puntal, que advirtió sobre el rol de Peralta como defensor en el juicio a imputado por tráfico de drogas. Tras el escándalo por los Narcopolicías, la creación de la Fuerza Antinarcotráfico Policial y el impulso de fiscalías especiales, la Provincia tomó nota de la grave contradicción que implicaba contar con un funcionario en la lucha contra el flagelo y al mismo tiempo, defensor de acusados por vender estupefacientes.
En 2010, Peralta ya había quedado en el centro de la polémica cuando intentó obtener un terreno del plan de loteos municipal lanzado por el ex intendente Juan Jure. Finalmente, el entonces funcionario fue obligado a desistir del beneficio.
Rafaela Alcoba, Secretaria General de ATE Río Cuarto, afirmó a Así son las cosas en la radio que Peralta “no es personal idóneo y viene de ser desplazado del Ministerio de Justicia”.
“A nuestro entender no reúne las características necesarias para poder conducir un organismo como ANSES, donde se maneja la mayor capacidad de desarrollo social del gobierno. Esta persona no ejerció de manera coherente ninguno de los cargos que le designaron”, resaltó.
Desde Seamos Libres calificaron el arribo de Peralta como “un retroceso político” y pidieron al Gobierno nacional apuntar en los nombramientos “a la transparencia ética, sensibilidad social y compromiso político”
Ningún referente de las líneas que responden al peronismo nacional defendió públicamente a Peralta y el funcionario mantiene un hermético silencio en medio del aluvión de críticas. Su asunción lo encontrará debilitado y en el centro de las miradas en un rol altamente sensible, con fuerte impacto social.