Una semana sin nuevos casos en Río Cuarto: las claves de vivir en cuarentena

El video que reveló el festejo de un paciente recuperado junto al equipo de salud que lo asistió, fue una postal alentadora al cumplirse una semana sin nuevos casos de Coronavirus en Río Cuarto. La ciudad totaliza 11 test positivos y el número se eleva a 16 con los pacientes afectados en el departamento.

El tiempo ganado a la pandemia permitió reforzar las estructuras de salud y articular un plan que se pondrá a prueba sobre finales de abril y el mes de mayo, cuando se alcance el pico de la pandemia, cómo anticipan los especialistas.

Río Cuarto es considerado por el Gobierno nacional como una zona de contagio local debido a casos por contacto estrecho. Aún no hay casos por circulación comunitaria del virus, aunque desde los organismos de Salud temen que esto finalmente sucederá.

La Universidad y la Sociedad Rural serán espacios de contención con más de 300 camas para pacientes con Covid 19 que no puedan realizar el aislamiento en sus hogares. El hacinamiento y la precariedad social exponen a miles de riocuartenses a ese lugar de riesgo.

El programa de acción apunta a tres ejes. El primero es el sanitario. El Hospital será el principal centro de recepción y su director, Carlos Pepe, el articulador de las decisiones que impactarán también en el sector privado.

El segundo eje apunta a la seguridad y el control de la cuarentena. Desde hoy, quienes no estén excluidos del decreto presidencial, deberán contar con el permiso obligatorio de circulación. El presidente Alberto Fernández anticipó que el objetivo es endurecer la restricción.

Y el tercer objetivo es la asistencia social y alimentaria. Con la caída de la recaudación, la ayuda del gobierno nacional será clave. También se apunta a incentivar el aporte de los privados. Por ahora, las 18 toneladas de alimentos donados por supermercados chinos son la principal referencia para lo que viene.

La ciudad mostraba un contexto de crisis económica y profunda desigualdad antes de la pandemia. Se sumaba, además, fuerte déficit habitacional. El freno abrupto de las actividades por la cuarentena exigirá aún más al Estado.