El Oasis de Latinoamérica
(*) Por Cris Stonem, estudiante chileno en la UNRC
ESPECIAL PARA POSTER CENTRAL
Tal vez se preguntarán cómo un país con una “economía estable” y llamado por el propio presidente un oasis entre el desastre que existía en América Latina viajó en el tiempo desde 2019 a 1973; y muchos pensarán que fue por el aumento de $30 pesos chilenos (1.07 pesos argentinos aprox.) en la hora peak en las estaciones de metro de la región metropolitana.
A pesar de que los ciudadanos tenían un gran descontento con esta medida, fue la valentía y rebeldía de los estudiantes, quienes por lo demás pagamos una tarifa reducida y no nos afectaba el aumento, la que gatilló esta revolución que pasará a la historia como el día en que Chile se cansó de las mentiras, los engaños y los abusos de poder.
Los estudiantes, quienes sus autoridades les dicen que no tienen conciencia, que sin un título universitario no somos nadie fueron los que gatillaron esta protesta en contra de un sistema que se aprovecha de los más pobres y favorece a la elite chilena. Estudiantes que han luchado incansablemente por acceder a una educación gratuita y de calidad, sin pruebas de selección, donde cada uno de ellos pueda estudiar lo que le apasiona sin endeudarse de por vida. En mi país no existe educación superior pública, la educación pública es privatizada y carísima por lo demás, donde es necesario realizar una prueba de selección universitaria (PSU) que a través de un resultado en formato puntaje definirá si el estudiante puede estudiar lo que desea o lo que le alcanzó.
“Felicitaciones a los chiquillos que están dando la lucha por nosotros que nos transformamos en unos cobardes”. De esta manera se refirió una transeúnte durante los primeros días de las manifestaciones, pero ¿a qué se refiere con que nos convertimos en unos cobardes? Debemos recordar que durante los años 70 y 80 el país estaba bajo la dictadura de Augusto Pinochet, quien para llegar al poder realizó un golpe de estado el 11 de septiembre de 1973. Muert@s, torturad@s, violad@s, desaparecid@s en una de las más grandes violaciones a los derechos humanos que Chile ha sufrido, sembrando el miedo en la población con censura y abusos de poder. Nos transformamos en unos cobardes, pero gracias a todo este terror que vivió nuestro país, es por eso que muchas veces que ha habido cambios que solo benefician al rico la población se manifiesta pidiendo permiso a las autoridades, donde les da miedo alzar la voz y reclamar lo justo.
Ahora, ya no somos unos cobardes. Hoy el país se levantó sin miedo y sin temor de nada. Ya no tienen nada que perder. Tenemos AFP obligatorias que solo buscan quedarse con tu sueldo; condiciones precarias en el sistema de salud; 45 horas de trabajo a la semana por sueldos miserables; nuestros políticos ganan 33 veces más que el sueldo mínimo y cada vez se aumenta la dieta parlamentaria; el único lugar del mundo donde el agua es privada y no es segura para consumir; donde los supermercados y farmacias se coluden para engañar al ciudadano, con carnes medicamentos vencidos o en mal estado; donde los empresarios y políticos evaden impuestos. Si creías que todo esto era por 30 pesos, estabas muy equivocado. Tal vez eres esa persona que cree que el modelo económico de Chile se debe copiar e instaurar en tu país, pero recuerda que lo que te venden no siempre es la realidad.
Realidad. El deber de los medios es mantener informado al país, mostrando la realidad de lo que está sucediendo. Pero en Chile, los medios han orquestado y censurado lo que está ocurriendo para lograr dividir a la gente, que cada día está más unida por un país mejor. Medios los cuales llaman a no informarse a través de redes sociales ya que no es 100% confiable. Mismos medios que son o tienen vínculo con políticos y gobernantes, donde sus periodistas se burlan de lo que pasa como la periodista Mónica Rincón sin darse cuenta de que estaba al aire dice “peguenle, sáquenle la…” refiriéndose a cómo los carabineros y militares con armas de alto calibre han golpeado y disparado a manifestantes que con ollas, cacerolas, cucharas de palo han salido a la calle. “Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable que no respeta a nada ni a nadie, que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite…” pero, ¿cómo es posible que Chile esté en guerra si un bando tiene cacerolas y el otro bando armas, bombas lacrimógenas y perdigones?
El llamado es a manifestarse, a hacer ruido y a informar al mundo a través de nuestros distintos canales de información (Facebook, Twitter, Instagram, Whatsapp, y otros) mostrando la realidad que se vive, el abuso de poder por parte de los carabineros y militares, donde su labor principal es proteger a los de abajo, no a los de arriba. Esta es una manifestación donde no hay color político, clases sociales o gustos distintos. Esto no es una guerra. Esto es el pueblo chileno que solo exige vivir tranquilos y sin más abusos.